Mi primera salida a la montaña fue en el 98, diez añitos que han pasado volando. Fui con mi padre y su grupo al Neouvielle y me quedé a un paso de la cima. Recuerdo estar sufriendo un montón por no saber como bajar todo lo que había subido y negarme a hacer cumbre por el miedo. Además me cansé muchísimo y me llagué los pies. No obstante, me encantó.
Este fin de semana he vuelto al macizo del Neouvielle con mi padre, el grupo de montaña y Rosa y Natàlia, dos amigas de la universidad.
Aquí estamos, unidas en la universidad por las iniciales del apellido -íbamos las tres seguidas y siempre nos tocaba juntas...al final les tomé cariño-.
La verdad es que tenía ganas de volver al Neouvielle para quitarme la espinita y así ha sido: una ascensión tranquila y descansada, con bastante nieve y más sol. Demasiado sol... y eso que me puse crema solar, pero por lo visto no la suficiente: según mis adorable amigas, ahora parece que lleve una camiseta blanca de manga corta, o sea, el típico moreno paleta (o de ciclista, prefiero decir yo, que queda mejor).
Por ahí, ¡seguidme!
En la cumbre.
Entrañable Juanan (alias Tio Pepe o "Boreal es una mieeeeerda")
Al bajar de la cima nos bañamos en el lago d’Aubert donde el agua estaba congelada aunque eso no evitó que Rosa se pusiese a nadar unos largos “como una sirena” según unos tíos que estaban ahí al lado babeando. Y claro que babeaban viendo a tres tías nadando en ropa interior pero sobre todo tras la frase de nuestra Sirenita particular, reactivada por el agua fría, que les dejó temblando: Ui...que caliente tengo el cuerpo. Menos mal que llegó mi padre y puso orden -aguar la fiesta?-.
Antes del bañito. Que cansinas, todo el rato juntas. Y la little mermaid haciendo de las suyas.
Al día siguiente nos levantamos a las 7:30 para ir a correr por el valle de Pineta. Sí, somos muy frikis, lo reconozco. Yo hacía un montón de años que no corría y me alegró muchísimo ver que aun me da flato cuando corro más de 5 minutos, hay cosas que nunca cambian.
Y ya está, ahora estoy histérica perdida pensando única y exclusivamente en: ESCALAR. Espero no haberme olvidado.
Por cierto, todas las fotos son de la amiga Natàlia, una persona a una cámara pegada.