Mis abuelos vivieron en Vilassar de mar durante toda su vida hasta hace cuatro años cuando decidieron mudarse a Vilafranca del Penedès. Hacía el mismo tiempo que yo no volvía a Vilassar, por razones obvias pues no se me ha perdido nada por ahí. Pero ayer, regresé a este pueblo costero, no para dejarme cebar por mi abuela y sus deliciosos manjares sino para apretar fanáticamente con los bloques, no menos deliciosos, del Plafó del Piri. El open-competición estuvo realmente bien: 20 bloques, buen ambiente, bocatas, galletas, chocolate y muchos bloggers que pude conocer en persona. ¿Qué más se puede pedir, a parte de que me toque algo en el sorteo algun día?
Aquí estoy, probando compulsivamente un bloque que, finalmente, no salió.
Impresionada me dejaron como siempre los ganadores; en chicos ganó Victor Esteller de un modo apabullante –y eso que primero no quería participar el muy jodío- y en chicas, Sara Aicart marcó unas diferencias abismales con el resto de participantes femeninas.
Aquí estoy, probando compulsivamente un bloque que, finalmente, no salió.
Impresionada me dejaron como siempre los ganadores; en chicos ganó Victor Esteller de un modo apabullante –y eso que primero no quería participar el muy jodío- y en chicas, Sara Aicart marcó unas diferencias abismales con el resto de participantes femeninas.
Foto del sorteo: dios da pan al que no tiene dientes...¿Por qué a Toti le toca la multipresa!??!!?!?
Lo dicho. Pensaría "tongo", igual que el resto de competidores, si no hubiese sido yo la que sacaba los números del sorteo. (Y eso que en cuanto vi la cuerda busqué mi número! pero ni así...)
Los felices ganadores.
Todas las fotos las he cogido prestadas de aquí: cerdanyolalleureaventura.spaces.live.com
Por mi parte, apreté hasta que ya no pude más, hecho que ahora se hace patente con las dichosas agujetas post-compe. Eso sí…el cansancio no ha evitado que le dé al ratón y al teclado haciendo la ronda habitual por blogs y webs lo cual me ha llevado a un grato descubrimiento: el fin de la maldición de los Cartró-Castro. Os he contado en algún post como, desde tiempos inmemoriales, la gente se confunde con el apellido “Cartró” y lo cambia desvergonzadamente por “Castro”. Esta terrible maldición es la que han tenido que aguantar los ancestros Cartró. Pues hoy puedo decir con orgullo a mis muertos que se ha dado un pequeño paso para la humanidad pero un gran salto para el Cartró común. Todo esto lo digo por el vídeo de la final femenina de Copa España en Ifema que han hecho los cachondos de BlockDigital (retiro lo de “no hi han collons”...)