Hoy vamos a construir nuestro propio plafón o búlder.
Para empezar necesitamos un espacio para ubicar el plafón. En nuestro caso, el espacio consiste en una antigua bodega la cual tenía 12 botas grandes –no pasaban por la puerta- y una pequeña habitación dentro. El primer paso, pues, consiste en romper las botas para sacarlas y tirar abajo la pequeña habitación. Para esto se requiere un buen mazo y un puñado de amigos con el nivel de alcoholemia alto o muy alto.
Con la estancia vacía y limpia se puede pasar al segundo paso. Este es un momento clave ya que si no se dispone de un “Esteve” o alguien con cualidades parecidas para diseñar y montar, la cosa puede salir mal o alargarse temporalmente en exceso. Nosotros hemos podido contar con un “Esteve” de calidad extra y la cosa ha sido rápida y fácil para todo el mundo, menos para él, claro. En nuestro caso, decidió que lo haría todo de madera, con anclajes químicos en la pared. Para ello necesitamos sierras, martillos, clavos, vigas de madera de distintos tamaños y grosores, plafones de madera y un largo etcétera que solo él sabe.
Un buen “Esteve” aprenderá rápido el arte trabajar con la madera aun y no tener ni idea. Sorprendente, ¿verdad? -la menda aun flipa-. Eso sí, es probable que durante el aprendizaje se corte, se golpee, se rasque y se haga múltiples daños lo cual, si el “Esteve” es de calidad, no harán sino estimular sus ansias de hacerlo bien -con mucha mala leche, no obstante-.
Es aconsejable poner colchonetas (o en su defecto, y como nosotros, colchones viejos y pulgosos) en el suelo, más que nada para no partirse la crisma. Nosotros lo hemos cubierto todo con una gran lona.
Una vez esté montada la estructura ya solo queda llenarla de presas. En nuestro caso se han aprovechado 500 presas de un plafón que ya tenía Esteve en su casa, que instaló hace años en una vieja arcada. A parte, y teniendo en cuenta las dimensiones de este plafón, se han adquirido nuevas presas: unas las encargamos a Catx (presas nitx) que nos las hizo en un abrir y cerrar de ojos. Son presas ultra adherentes con diseños muy fanáticos que nos encantan. En la elección de presas también es indispensable tener un buen “Ferran” experto en el tema que te aconseje. Nosotros hemos estado de suerte y, gracias a sus sabias sugerencias, nos decidimos por comprar bastantes presas a Blue Arrow, de lo cual estamos muy, muy, muy contentos porque la calidad es impresionante. Cabe decir que en este estadio es muy probable que os estéis colgando presas hasta altas horas de la madrugada -reiteradamente, además-.
Y ya está, ahora solo hacen falta fanatismo y ganas de entrenar.
Muchísimas gracias a todos los que habéis intervenido en el proceso de construcción del búlder. Se os adora.