Cotilleando por el 8a.nu me doy cuenta de lo poco que se está escalando este invierno. Los encadenes escasean, lo cual es evidente, pues la situación de depresiones reincidentes por nuestros parajes es apasionante para los meteorólogos pero depresiva, en todos sus significados, para el escalador.
Carámbanos adornan una lucha infernal entre la bestia y la bella (¿estaré incurriendo en una obviedad si os digo que la bella es Neula?).
Nosotros hemos estado de suerte y hemos disfrutado de sectores bastante secos. El fin de semana anterior estuvimos escalando en Les Bruixes, donde por tercera semana consecutiva hemos coincidido con unos franceses -jubilados- que corretean por aquí en busca del sol. Debo decir que estos hombres, aparte de ser encantadores, aprietan de lo lindo en séptimos y octavos y también equipan vías por doquier. No puedo dejar de mirarlos con admiración (y con envidia también, que los jodíos se hinchan a escalar).
Este sábado hemos visitado por primera vez el famoso sector de deportiva que está en el Contrafort del Rumbau en Oliana. Las líneas que surcan la pared son impresionantes, algunas tienen hasta 50 metros y siguen chorreras inacabables. Todo lo contrario que en Calders, sector de vías a bloque sobre romos y tacos, que es donde estuvimos ayer hasta que la lluvia nos ahuyentó. De todas formas, no nos supo mal marchar porque la mayoría de rutas tenían tramos totalmente empapados. Jamás había visto este sector tan calado.
Esteve esparciendose en un 7c+ con humedades.Este sábado hemos visitado por primera vez el famoso sector de deportiva que está en el Contrafort del Rumbau en Oliana. Las líneas que surcan la pared son impresionantes, algunas tienen hasta 50 metros y siguen chorreras inacabables. Todo lo contrario que en Calders, sector de vías a bloque sobre romos y tacos, que es donde estuvimos ayer hasta que la lluvia nos ahuyentó. De todas formas, no nos supo mal marchar porque la mayoría de rutas tenían tramos totalmente empapados. Jamás había visto este sector tan calado.
Ya para acabar os quería mostrar un nuevo ídolo de masas que redefine el significado de valentía. Aquí está Toto, un perro que va por la vida con un par… o con una miopía galopante: