Y no me refiero a que Guardiola se pire del Barça, sino a algo mucho más relevante: Ayer fui en bici por la montaña. Traduzco: ayer, empujé la bici cuesta arriba y me tiré por las pendientes cuesta abajo. Me pregunto por qué me resulta tan difícil estar en forma en más de un deporte a la vez, ¡con lo motivada que estoy siempre! Es una injusticia evolutiva que viene de lejos (si fuese una cebra ya estaría muerta).
Recuerdo cuando era niña -música de arpa- que era de las más malillas en clase de educación física; cómo me costaba correr, saltar, lanzar y demás infinitivos deportivos. Los únicos juegos que se me daban bien de manera natural eran los de ordenador, hecho que contribuyó, durante años, a viciarme a cualquier juego de origen binario que se me pusiera por delante (Monkey Island, Tetris, Prince of Persia, Street Fighter…los enumero para que los que hayáis jugado simpaticéis conmigo de manera inevitable: ¡un buen trago de grog por todos nosotros!). Por ejemplo, hoy puedo decir orgullosa que, gracias a incontables horas de lagrimeo y taquicardias ante la pantalla (y también algún suspenso), mi récord en el Buscaminas -experto- baja de los 130 segundos (estáis flipando, lo sé). Aunque estos grandes éxitos, tan escasamente vitoreados, me aproximen velozmente al frikismo ante vuestra crítica mirada, no me importa porque yo no lo veo así: tantas horas delante de la pantalla me volvieron miope.
Por todo ello, proclamarme
Campeona de Catalunya d'escalada en Bloc 2012 en
La Salle ha sido un gran logro, justo por detrás de pasarme el Monkey Island. Vaya, no eso lo que quería decir y, sin embargo, lo he dicho (misteriosa que es una hasta consigo misma). Resumiendo, que tengo un montón de trabajos que hacer y ya me estoy estresando, voy a soltar la cursilada del día: si le ponéis ganas, horas, ilusión y dedicación, podéis llegar hasta metas insospechadas como, por ejemplo, hacer 127 segundos en el Buscaminas.
Ya para acabar, mención especial al sector de escalada que más ha hecho por llenarnos de polvo en general y fastidiar mi autoestima de escaladora en concreto. Se trata de
Calders, que a partir de ahora y hasta que no encadene lo llamaré “el vertedero” (em sap greu Eloi). Cuelgo aquí un par de fotos de Esteve y mías que nos echó Alberto, el bombero más dicharachero de toda la ciudad.
La vía es Nunca Mais, un 7c+ dramático pero muy bueno.