En primer lugar y antes de continuar, queridos lectores, lamento informaros que este post no lo ha escrito Marieta, y no os cuento lo que esto significa porque, aunque me pese, si decidís continuar leyendo ya os daréis cuenta…
El jueves era verbena de San Juan, la noche más corta del año y una de las más aprovechadas para hacer una buena cena, beber un poco de más y, en definitiva, pegarse una buena fiesta. Marieta y yo, fieles a nuestros principios, cenamos en el Monasterio de les Avellanes, aislados de todo lo que puede ser habitual en esta fecha y, como buenos ermitaños y para no desentonar con los vecinos maristas, a las 23:00 ya estábamos felizmente soñando.
Hecho el prólogo, voy a poner luz al segundo título: El viernes fuimos por primera vez al sector Regina de Terradets. Aunque llevábamos tiempo queriendo ir, nunca lo habíamos hecho y la verdad es que valió la pena, ya que la temperatura y la calidad de las vías es impresionante (eso el viernes, antes de la ola de calor). Pero no os lo voy a recomendar porque luego se masifica…
Xevi a "Fil Dental", foto: Catx y cogida del blog de Oriol.
Joer, ya me he vuelto a ir por las ramas. A lo que iba: Miro las reseñas y localizo la vía de calentar un 7b o un 7b+ (no pienso decir 7b/+, antes la muerte) de pura continuidad del que hemos oído hablar bien -y que luego resultaría ser un 8a, me equivoqué de vía-. Chapo los dos primeros seguros y la tercera chapa la veo un poco lejos, empotro rodilla para reposar y mirar bien y salgo agarrando un pincho invertido extremadamente bueno, subo pies aproximadamente 1 m por encima de la segunda chapa, tracciono y, desgraciadamente, parto el invertido. Paso de 0 a 100 en dos milisegundos y estoy justo a tiempo de encogerme como una bola y recoger mis piernas para pasar rozando el suelo con el culo. Pero evidentemente el mérito no es mío, Marieta ha estado impecablemente atenta y ha logrado evitar que picara suelo cuando ninguna de las circunstancias podría haber llevado a pensar que me podía caer (supuesto 7b con buen canto y de conti, asequible para hacerla calentando).
Por eso, todos sabemos que las primeras chapas son las más peligrosas, a veces incluso lo comentamos y nos conjuramos para vigilar y estar aun más atentos, pero a pesar de lo anterior, nunca estaremos suficientemente atentos. Ha sido tan poca la diferencia entre estar tranquilamente escribiendo esto después de unos buenos días de escalada a pensar lo jodido que sería haberse dejado los tobillos -como mínimo- que solo me queda que agradecer a Marieta por estar con la máxima concentración . Pediros que estéis/estemos siempre al máximo de nuestra atención sobre todo hasta la tercera chapa. Nuestro deporte es muy seguro pero los pequeños descuidos se pagan caros.