Una de cal y otra de arena. La escalada es así, como la vida, o más aun, como el fúrbol.
Tópicos a parte, estoy muy satisfecha con la mejora substancial que he tenido en la Època negra y eso me pone de muy buen humor.
El sábado fuimos a escalar a Can Camps (Montgrony), sector que recomiendo encarecidamente aunque aviso que las vías no son fáciles para su grado, al menos las que yo probé. Lo mejor de este sector es la tranquilidad, los prados verdes y los caminitos llenos de hojas que lo rodean. Además, si vais, también podréis reflexionar sobre la fragilidad humana observando el coche de un tío que se tiró desde la carretera, como bien explicó en su momento nuestro inefable Birdio.
El domingo estuvimos a gustísimo en la Vena con tan solo dos cordadas más, hecho insólito para esta época, debido quizás al frío matutino. Mención especial de este día a Esteve que se encadeno “yeux sur le terre”, o algo parecido, en la Vena. El jodío iba subiendo entre gemidos y resoplidos...
E: no puc no puc. Bfffffffffff. Aaaaaaaaargh argh.
M: calla i concentra’t! Respira respira...tranquil
Y así, cual parturienta frenética, el niño parió el encadene.
Uy! Casi me olvido del objeto del post. Resulta que Esteve ha extraviado su cámara de fotos. Es la típica cámara digital con funda negra. La última vez que la usó fue en la Vena, hacia el anochecer. Espero que si alguien se ha confundido y la ha cogido: QUE NO MIRE LAS FOTOS. Eso me ha pedido Esteve que dice que ahí dentro tiene fotos muy comprometidas (se ha delatado el muy guarro, creo que le viene de familia -jejeje-). En fin, si alguien sabe algo, que lo diga pues Esteve le tenía bastante cariño y era una de las pocas fuentes de fotos para el blog.
Y nada más queridos, me voy al plafón a romperme la espalda. (Sarna con gusto…)