Muchos petardos, y no precisamente de San Juan, son los que encendieron los promotores, arquitectos y propietarios que idearon el complejo hotelero – balneario – resort o comoquiera que se llame esa aberración edificada en Panticosa.
Se trata de unas construcciones que varían entre el parking de cemento de tres pisos, inacabado, pasando por un spa de diseño ondulante con luces a lo encuentros en la tercera fase, hasta un hotel venido a menos, estilo pompas fúnebres para fiambres forrados de pasta. Todo ello en un maravilloso entorno pirenaico donde lo único armónico es el antiguo balneario y el refugio de la Casa de Piedra, que, curiosamente, van a trasladar montaña arriba. Ayer mismo leía en la Desnivel que mañana, primero de julio, van a cerrar definitivamente el negocio –Panticosa resort-. La inversión millonaria a tomar aire, pero en cuanto a las feto-construcciones, a ver quién es el guapo que las quita.
Todo esto os lo cuento porque este fin de semana hemos estado un grupo de amigos y familiares de excursión por esos parajes donde hemos comprobado in situ la magnitud de la tragedia.
Aquí estamos todos: padres, primos, geolocas, perra, stif y amigos para dar y vender (sí, siempre he cuidado mucho de mis amistades).
A parte de mostrar mi indignación ante tal despilfarro de dinero y hormigón, también os diré que estoy muy contenta tras estos cinco días de fiesta. Empezamos celebrando el San Juan en Rodellar con amigos, titos y primos varios y donde Esteve encadenó la dura Kings of Metal: primero se hizo con el largo de 7c+ y finalmente con el segundo (8a+). El chaval lo hizo bien, pero yo creo que debería empezar a hacer como algunos ‘pofesionales’ del gremio que se deshacen en halagos para con su entrenador, contrato mediante. Y eso que yo, en calidad de entrenadora aficionada, no le cobro un duro ni le hago firmar nada…¿Debería? (No aceptaré comentarios maliciosos, con el mío basta). Servidora también encadenó el primer largo de la misma vía, al día siguiente y tras dormir –por fin- 9 horas seguidas.
Probando la Vara del Florentino...y no veas qué vara más dura.
Pero no acabaron aquí nuestras hazañas, dignas de la Ilíada (la de Homero –Simpson- donde corría la cerveza en vez de la sangre). El sábado subimos al Garmo Negro acompañados de Neula la cual subió su primer tresmil. La perra va sobrada, llegó a la cima antes que yo y se hartó a comer de lo que todo el mundo le dio.
- Eres una petarda.
Chitón.
Cualquier parecido con Norman Bates (sí hombre, el de Psicosis) es pura casualidad, no os asustéis, quiero ser vuestra amiga.
Se trata de unas construcciones que varían entre el parking de cemento de tres pisos, inacabado, pasando por un spa de diseño ondulante con luces a lo encuentros en la tercera fase, hasta un hotel venido a menos, estilo pompas fúnebres para fiambres forrados de pasta. Todo ello en un maravilloso entorno pirenaico donde lo único armónico es el antiguo balneario y el refugio de la Casa de Piedra, que, curiosamente, van a trasladar montaña arriba. Ayer mismo leía en la Desnivel que mañana, primero de julio, van a cerrar definitivamente el negocio –Panticosa resort-. La inversión millonaria a tomar aire, pero en cuanto a las feto-construcciones, a ver quién es el guapo que las quita.
Todo esto os lo cuento porque este fin de semana hemos estado un grupo de amigos y familiares de excursión por esos parajes donde hemos comprobado in situ la magnitud de la tragedia.
Aquí estamos todos: padres, primos, geolocas, perra, stif y amigos para dar y vender (sí, siempre he cuidado mucho de mis amistades).
A parte de mostrar mi indignación ante tal despilfarro de dinero y hormigón, también os diré que estoy muy contenta tras estos cinco días de fiesta. Empezamos celebrando el San Juan en Rodellar con amigos, titos y primos varios y donde Esteve encadenó la dura Kings of Metal: primero se hizo con el largo de 7c+ y finalmente con el segundo (8a+). El chaval lo hizo bien, pero yo creo que debería empezar a hacer como algunos ‘pofesionales’ del gremio que se deshacen en halagos para con su entrenador, contrato mediante. Y eso que yo, en calidad de entrenadora aficionada, no le cobro un duro ni le hago firmar nada…¿Debería? (No aceptaré comentarios maliciosos, con el mío basta). Servidora también encadenó el primer largo de la misma vía, al día siguiente y tras dormir –por fin- 9 horas seguidas.
Probando la Vara del Florentino...y no veas qué vara más dura.
Pero no acabaron aquí nuestras hazañas, dignas de la Ilíada (la de Homero –Simpson- donde corría la cerveza en vez de la sangre). El sábado subimos al Garmo Negro acompañados de Neula la cual subió su primer tresmil. La perra va sobrada, llegó a la cima antes que yo y se hartó a comer de lo que todo el mundo le dio.
- Eres una petarda.
Chitón.
Cualquier parecido con Norman Bates (sí hombre, el de Psicosis) es pura casualidad, no os asustéis, quiero ser vuestra amiga.