SeTaS

Pocas cosas hay más divertidas que buscar setas, se me ocurre, por ejemplo, la escalada -jejeje-. Así que si en una sola jornada conseguís juntar las dos actividades, os queda un día redondo.
Eso es lo que hicimos el sábado en Montgrony. Bueno, lo que hizo Esteve a primera hora de la mañana mientras yo acababa de decidirme para salir de la cama -y es que la noche antes habíamos tenido cena y charla hasta altas horas, ¡las doce, demasiado tarde para mi!, con los Suris- . Pero el domingo sí que nos dedicamos de pleno a la caza de setas con meritorios resultados. Y es que, por si no lo sabíais, Esteve hace 9a de caza de setas. No es que las busque, es que las setas van a él.


Dejando la micología a parte, el sábado fue una auténtica gozada volver a Montgrony, mi escuela favorita. El paisaje es tan impresionante que parece un decorado: bosques otoñales con gamas de rojos, amarillos y verdes, el Pedraforca y la Serra d'Ensija nevadas al fondo a la derecha (hacia el oeste), nubecillas hacia Montserrat, prados, vacas, chorreras, aire fresco, cielo azul, sol espatarrante y torsos masculinos desnudos. Casi se me saltan las lágrimas de la emoción. Lo malo que tiene Montgrony es que últimamente está bastante concurrido, pero la calidad de las vías suple con creces cualquier contratiempo.
En el sector de la Vena estuve probando el Cràpula, un 7c+ que me parece el más duro del mundo: un bloqueo en la entrada que para mi es peor que el paso de la vía, para luego empezar el paso de la vía de presa pequeña y pies sobados. Tras esto hay que aguantar la sección intensa de chorrera para acabar saliendo con unos romillos. Me caigo en 1 de cada 2 chapas (¡y tiene 7!).
Ah...hoy estoy radiante de felicidad ya que esta semana laboral será muy corta...