jueves, 22 de diciembre de 2011

El clásico

Antes de entrar en materia, quiero anunciar algo: Me habéis hecho sentir afortunada con vuestros comentarios de apoyo y amistad en blogs, webs y facebook estos últimos días. Con lágrimas en los ojos, y media cebolla en la mano para hacerlo más verídico, os digo: Gracias, gracias y gracias.

Dicho esto, desde el blog y en pleno solsticio de invierno, queremos desearos unas felices fiestas y un buen año nuevo y todo ello adornado con las mejores palabras e intenciones que podéis añadir aquí ……………, …………, ……………. y aquí ……………, ……………, ……………….

Cantando y aullando "pero mira cómo beben los peces en el río..."

Espero que os haya servido este self-service de congratulaciones porque yo hoy me niego a decir más ñoñerías. Después de la introducción tan empalagosa que he hecho, corro el riesgo de convertirme en un melindroso pastelito de nata, y aquí no queremos eso, preferimos la sal, el jamón y el “pa amb tomàquet”, ¡collons! (bien, ya me voy reencontrando).

Queremos reírnos, acabar el año con alegría y empezarlo así también. Por eso, hoy vuelvo con el clásico de los clásicos del blog: el análisis de esos despistados, que entran aquí esperando encontrar respuesta a sus preguntas, variopintas todas ellas, tras confiar en las pesquisas de San Google -fíate de la Virgen y no corras- y que gracias al Analytics podemos descubrir ahora. Siento decepcionarte, lector, si tú también has entrado aquí buscando cosas como:

de toto de perra de poso: ¡claro que sí! Coherencia ante todo.

joven y señora: sí, Google también lo sabe, esa soy yo.

por que mi nino tiene callos en la palma de la mano: ¿ha probado a preguntarle si aparte de callos también tiene pies de gato?

señoras elegantes: ¿os apetece un Ferrero Rocher?

demonio elegante: y dale con la elegancia.

vaca consentida: no veas lo que hacen hoy en día para exprimir al máximo a los animalitos...

Ciclistas del tour de france meando: a veces paran un momento pero en otras ocasiones se la sacan en marcha y, cosa fascinante donde las haya, mean y pedalean a la vez.

director de marketing de el corte ingles: ¡fail!

droga olvidadiza: si es que te la dejas en todas partes y así no hay manera.

me creo spiderman: vale majete, spiderman no sé, pero tú no eres el de la droga olvidadiza…

miles de anos: dime que no te funcionaba la ñ, por favor.

poesías de la castañada en catalán procedientes de Huesca: apasionante afición, justo por detrás de la clasificación de equinodermos.

como tener bíceps: lo habitual es llevarlos ya por defecto. Lo raro sería no tenerlos.

como saber si eres corto de bíceps: ay chico, menuda preguntita…

cuales son las 3 grandes preguntas de la humanidad: pues así, a bote pronto, creo que son las dos anteriores y la siguiente.

cuanto cuesta en directo con las mas guarras: demasiado profundo para responderte aquí.

no asumo que me hago mayor: ni yo tampoco.

que tal los mosquitos??? dicen que son del tamaño de pterodactilos: joer… acongojada me he quedado.

rimas con nabo: rabo? esclavo? lavabo? clavo? Ale, yo creo que con esto ya puedes montar algo, como mínimo, creativo.

€ 50,000 contundentemente que necesitaba rápido soy de españa barcilona 10 de mayo 2011: mmm…barcilona, barcilona…intrigante y contundentemente mensaje, ¿estará en clave?

asse dos dias que no para de moverse mi abdomen que puede ser: señora, o está preñada o tiene un alien.

Atrapaconejos: ¿perdón?

y a quien le importa lo que yo haga con aznar: bueno, esperemos que le importe a su señora alcaldesa, que lo que es a mí, pues no demasiado, la verdad.

nunca tan pocos engañaron a tantos tanto tiempo: ¿hablamos de los pseudocientíficos pro “cambio climático”?

anunciado a bombo y flaquillo: ¡ya no te digo nada si lo anuncias a bombo y platillo!

¡Felices fiestas!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Sumida en plena Crisis

“¡Hola!”, le dije en apnea a Carlos cuando llegué al último reposo. Ahora no recuerdo si el tío, ahí cómodamente colgado en su guindola, respondió algo o no, solo recuerdo lo mentalizada que estaba para sufrir y sacar el máximo provecho al reposo.
Hablar con alguien en los reposos a mí me funciona, al menos un rato, para no salir demasiado temprano. Mi indicador personal siempre es el corazón (romántica que es una), cuando late normal ya puedo salir del reposo, pero las ganas y la intriga del encadene a veces me pueden y me precipitan hacia la cadena, o hacia el vacío… Así que en cuanto recupero la respiración me gusta hablar y distraerme, decir tonterías para relajar. Pero la verdad es que en esa vía, China crisis (8b+), poco pude hablar en los reposos, demasiado precarios para expresar algo con sentido.

Concentración absoluta, increíble. Foto: Carlos Pérez.

Si hay que hablar de estrategia efectiva para esa vía, creo que no soy la persona más indicada. Los primeros días, aun he sido ortodoxa: he probado los pasos, matizado secuencias, le he perdído el miedo. Lo normal. La cosa ha empezado a torcerse cuando, de tener la vía con 5 o 6 caídas, de repente me hallo por sorpresa en la parte final. Entonces me dejo llevar por la alegría y empiezo a hacer cosas raras:
El primer día de intentos a muerte, me decido por calentar en un 8a de bloque. Sabia elección para conseguir una tortícolis galopante. Menos mal de los masajes maternos y de la excursión de 1000 escaleras y 15 km a Sant Jeroni propuesta por mi padre, para tonificar durante el día de descanso. (Por cierto, qué bonito es Montserrat, ¿lo dije ya alguna vez?)

Paso dinámico que me trajo de cabeza. Foto: Carlos Pérez.

El segundo y radiante día de intentos, no espero a que marche el sol achicharrante, y me dejo piel y sudor en las regletas del bloque en un infructuoso y estúpido intento. Luego, vuelo más de diez metros en el pegue de la tarde, por saltarme la última cinta (si no podía ni chapar, ¿podía acaso continuar? No, en ese momento no me lo pregunté).

Este es el mejor reposo en medio de la vía. Foto: ¡lo habéis adivinado! Carlos Pérez otra vez.

El tercer día, para superar las memeces anteriores, me meto directamente en la vía, con la ilusión de encadenar calentando (de veras creía que lo podía hacer). Caigo en el último paso tras una larguísima agonía que me deja atontada durante horas y con los antebrazos fuera de servicio. Al final del día, con Carlos y su cámara ahí colgados, Esteve asegurando con una taquicardia de panderetero loco y Helena y Guille tumbados animando, encadeno. Y ¡menos mal! Ya que, a ese ritmo de disparates, me veía calentando en Pachamamá o escalando vestida todita de blanco. Ah, no, que eso tan problemático de cara a escoger programa de lavado también lo hice.
Da igual, de los errores se aprende, y yo, tras tanto tropiezo juro que algo he captado: Prenda clara combina con prenda oscura. Del resto, ni papa.

PD. Los amigos de 8a.nu me someten a un tercer grado