domingo, 27 de mayo de 2012

Arder de rabia

Lo hice muy mal. Tanto como para tirarse de los pelos, darse cabezazos, rasgarse las vestiduras, cortarse las venas, saltar de un puente o irse a cenar por ahí. Obviamente escogí la última opción que, aunque más cara que las otras, es mucho más inofensiva.

A punto de cagarla. Fail.
Ahora que he dormido lo veo con otra perspectiva más reposada pero no dejo de preguntarme cómo pude hacerlo tan mal en la final de la última prueba de la Copa de España de ayer. “¿Pero cómo puedo ser tan mala?” Les preguntaba a Tere y Andrea cuando bajé de la vía. “¡Que te olvides ya!” me decían sabiamente. Yo no podía olvidar que me acababa de caer torpemente sin hinchar los brazos. Menudo asco, de hecho, ahora mismo me esta dando tanta rabia escribir todo esto que me tiraré de los pelos un rato e incluso daré algún cabezazo (suave, eso sí) hasta que sea la hora de ir a cenar por ahí. ¿Será un mal de ojo o seré yo que soy una petarda? Tiene que ser lo primero, sin lugar a dudas. Bueno, basta de lamentaciones, que esto parece el funeral de Chanquete. Debo sacar un aprendizaje de la competición y actuar en consecuencia para mejorar como escaladora. Iré a buscar a una gitana para que me quite el mal de ojo. ¿Veis? Hay que esforzarse por ser crítico y analítico, al final vale la pena. Arreglado.
Todas a una, Fuenteovejuna.
Dicho esto, hoy quiero saludar cariñosamente, o como mínimo, todo lo cariñoso que pueda ser un saludo telemático, a los cientos, qué digo cientos, miles de bomberos que entráis por aquí. Resulta que ayer, hablando con unas y con otros, supe que bomberos de aquí y de allí visitáis este sencillo y humilde blog. El motivo -sumamente misterioso- lo desconozco, pero sería un buen tema para indagar en Cuarto Milenio ya que quizás sea el efecto secundario de mi maldición: “la cagarás en las finales de escalada pero te leerán manadas de bomberos”. Será eso. En cualquier caso, me llena de alegría saber que este Hermoso Cuerpo entra aquí y recorre el blog con la mirada,… , y quizás alguno hasta leerá algo, imagino. Pensar esto y la risa floja se apodera de mí. 

viernes, 4 de mayo de 2012

Drama deportivo

Y no me refiero a que Guardiola se pire del Barça, sino a algo mucho más relevante: Ayer fui en bici por la montaña. Traduzco: ayer, empujé la bici cuesta arriba y me tiré por las pendientes cuesta abajo. Me pregunto por qué me resulta tan difícil estar en forma en más de un deporte a la vez, ¡con lo motivada que estoy siempre! Es una injusticia evolutiva que viene de lejos (si fuese una cebra ya estaría muerta).

Recuerdo cuando era niña -música de arpa- que era de las más malillas en clase de educación física; cómo me costaba correr, saltar, lanzar y demás infinitivos deportivos. Los únicos juegos que se me daban bien de manera natural eran los de ordenador, hecho que contribuyó, durante años, a viciarme a cualquier juego de origen binario que se me pusiera por delante (Monkey Island, Tetris, Prince of Persia, Street Fighter…los enumero para que los que hayáis jugado simpaticéis conmigo de manera inevitable: ¡un buen trago de grog por todos nosotros!). Por ejemplo, hoy puedo decir orgullosa que, gracias a incontables horas de lagrimeo y taquicardias ante la pantalla (y también algún suspenso), mi récord en el Buscaminas -experto- baja de los 130 segundos (estáis flipando, lo sé). Aunque estos grandes éxitos, tan escasamente vitoreados, me aproximen velozmente al frikismo ante vuestra crítica mirada, no me importa porque yo no lo veo así: tantas horas delante de la pantalla me volvieron miope.


Por todo ello, proclamarme Campeona de Catalunya d'escalada en Bloc 2012 en La Salle ha sido un gran logro, justo por detrás de pasarme el Monkey Island. Vaya, no eso lo que quería decir y, sin embargo, lo he dicho (misteriosa que es una hasta consigo misma). Resumiendo, que tengo un montón de trabajos que hacer y ya me estoy estresando, voy a soltar la cursilada del día: si le ponéis ganas, horas, ilusión y dedicación, podéis llegar hasta metas insospechadas como, por ejemplo, hacer 127 segundos en el Buscaminas.

Ya para acabar, mención especial al sector de escalada que más ha hecho por llenarnos de polvo en general y fastidiar mi autoestima de escaladora en concreto. Se trata de Calders, que a partir de ahora y hasta que no encadene lo llamaré “el vertedero” (em sap greu Eloi). Cuelgo aquí un par de fotos de Esteve y mías que nos echó Alberto, el bombero más dicharachero de toda la ciudad.

 La vía es Nunca Mais, un 7c+ dramático pero muy bueno.