jueves, 22 de diciembre de 2011

El clásico

Antes de entrar en materia, quiero anunciar algo: Me habéis hecho sentir afortunada con vuestros comentarios de apoyo y amistad en blogs, webs y facebook estos últimos días. Con lágrimas en los ojos, y media cebolla en la mano para hacerlo más verídico, os digo: Gracias, gracias y gracias.

Dicho esto, desde el blog y en pleno solsticio de invierno, queremos desearos unas felices fiestas y un buen año nuevo y todo ello adornado con las mejores palabras e intenciones que podéis añadir aquí ……………, …………, ……………. y aquí ……………, ……………, ……………….

Cantando y aullando "pero mira cómo beben los peces en el río..."

Espero que os haya servido este self-service de congratulaciones porque yo hoy me niego a decir más ñoñerías. Después de la introducción tan empalagosa que he hecho, corro el riesgo de convertirme en un melindroso pastelito de nata, y aquí no queremos eso, preferimos la sal, el jamón y el “pa amb tomàquet”, ¡collons! (bien, ya me voy reencontrando).

Queremos reírnos, acabar el año con alegría y empezarlo así también. Por eso, hoy vuelvo con el clásico de los clásicos del blog: el análisis de esos despistados, que entran aquí esperando encontrar respuesta a sus preguntas, variopintas todas ellas, tras confiar en las pesquisas de San Google -fíate de la Virgen y no corras- y que gracias al Analytics podemos descubrir ahora. Siento decepcionarte, lector, si tú también has entrado aquí buscando cosas como:

de toto de perra de poso: ¡claro que sí! Coherencia ante todo.

joven y señora: sí, Google también lo sabe, esa soy yo.

por que mi nino tiene callos en la palma de la mano: ¿ha probado a preguntarle si aparte de callos también tiene pies de gato?

señoras elegantes: ¿os apetece un Ferrero Rocher?

demonio elegante: y dale con la elegancia.

vaca consentida: no veas lo que hacen hoy en día para exprimir al máximo a los animalitos...

Ciclistas del tour de france meando: a veces paran un momento pero en otras ocasiones se la sacan en marcha y, cosa fascinante donde las haya, mean y pedalean a la vez.

director de marketing de el corte ingles: ¡fail!

droga olvidadiza: si es que te la dejas en todas partes y así no hay manera.

me creo spiderman: vale majete, spiderman no sé, pero tú no eres el de la droga olvidadiza…

miles de anos: dime que no te funcionaba la ñ, por favor.

poesías de la castañada en catalán procedientes de Huesca: apasionante afición, justo por detrás de la clasificación de equinodermos.

como tener bíceps: lo habitual es llevarlos ya por defecto. Lo raro sería no tenerlos.

como saber si eres corto de bíceps: ay chico, menuda preguntita…

cuales son las 3 grandes preguntas de la humanidad: pues así, a bote pronto, creo que son las dos anteriores y la siguiente.

cuanto cuesta en directo con las mas guarras: demasiado profundo para responderte aquí.

no asumo que me hago mayor: ni yo tampoco.

que tal los mosquitos??? dicen que son del tamaño de pterodactilos: joer… acongojada me he quedado.

rimas con nabo: rabo? esclavo? lavabo? clavo? Ale, yo creo que con esto ya puedes montar algo, como mínimo, creativo.

€ 50,000 contundentemente que necesitaba rápido soy de españa barcilona 10 de mayo 2011: mmm…barcilona, barcilona…intrigante y contundentemente mensaje, ¿estará en clave?

asse dos dias que no para de moverse mi abdomen que puede ser: señora, o está preñada o tiene un alien.

Atrapaconejos: ¿perdón?

y a quien le importa lo que yo haga con aznar: bueno, esperemos que le importe a su señora alcaldesa, que lo que es a mí, pues no demasiado, la verdad.

nunca tan pocos engañaron a tantos tanto tiempo: ¿hablamos de los pseudocientíficos pro “cambio climático”?

anunciado a bombo y flaquillo: ¡ya no te digo nada si lo anuncias a bombo y platillo!

¡Felices fiestas!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Sumida en plena Crisis

“¡Hola!”, le dije en apnea a Carlos cuando llegué al último reposo. Ahora no recuerdo si el tío, ahí cómodamente colgado en su guindola, respondió algo o no, solo recuerdo lo mentalizada que estaba para sufrir y sacar el máximo provecho al reposo.
Hablar con alguien en los reposos a mí me funciona, al menos un rato, para no salir demasiado temprano. Mi indicador personal siempre es el corazón (romántica que es una), cuando late normal ya puedo salir del reposo, pero las ganas y la intriga del encadene a veces me pueden y me precipitan hacia la cadena, o hacia el vacío… Así que en cuanto recupero la respiración me gusta hablar y distraerme, decir tonterías para relajar. Pero la verdad es que en esa vía, China crisis (8b+), poco pude hablar en los reposos, demasiado precarios para expresar algo con sentido.

Concentración absoluta, increíble. Foto: Carlos Pérez.

Si hay que hablar de estrategia efectiva para esa vía, creo que no soy la persona más indicada. Los primeros días, aun he sido ortodoxa: he probado los pasos, matizado secuencias, le he perdído el miedo. Lo normal. La cosa ha empezado a torcerse cuando, de tener la vía con 5 o 6 caídas, de repente me hallo por sorpresa en la parte final. Entonces me dejo llevar por la alegría y empiezo a hacer cosas raras:
El primer día de intentos a muerte, me decido por calentar en un 8a de bloque. Sabia elección para conseguir una tortícolis galopante. Menos mal de los masajes maternos y de la excursión de 1000 escaleras y 15 km a Sant Jeroni propuesta por mi padre, para tonificar durante el día de descanso. (Por cierto, qué bonito es Montserrat, ¿lo dije ya alguna vez?)

Paso dinámico que me trajo de cabeza. Foto: Carlos Pérez.

El segundo y radiante día de intentos, no espero a que marche el sol achicharrante, y me dejo piel y sudor en las regletas del bloque en un infructuoso y estúpido intento. Luego, vuelo más de diez metros en el pegue de la tarde, por saltarme la última cinta (si no podía ni chapar, ¿podía acaso continuar? No, en ese momento no me lo pregunté).

Este es el mejor reposo en medio de la vía. Foto: ¡lo habéis adivinado! Carlos Pérez otra vez.

El tercer día, para superar las memeces anteriores, me meto directamente en la vía, con la ilusión de encadenar calentando (de veras creía que lo podía hacer). Caigo en el último paso tras una larguísima agonía que me deja atontada durante horas y con los antebrazos fuera de servicio. Al final del día, con Carlos y su cámara ahí colgados, Esteve asegurando con una taquicardia de panderetero loco y Helena y Guille tumbados animando, encadeno. Y ¡menos mal! Ya que, a ese ritmo de disparates, me veía calentando en Pachamamá o escalando vestida todita de blanco. Ah, no, que eso tan problemático de cara a escoger programa de lavado también lo hice.
Da igual, de los errores se aprende, y yo, tras tanto tropiezo juro que algo he captado: Prenda clara combina con prenda oscura. Del resto, ni papa.

PD. Los amigos de 8a.nu me someten a un tercer grado

sábado, 26 de noviembre de 2011

Preguntas de fácil respuesta

¿Qué estoy haciendo una tarde soleada de sábado encerrada en casa? Os daré una pista, no estoy ni enferma ni lesionada, estoy flipando.
Entonces… ¿Intuís de qué va a ir el post de hoy? ¿Os gustaría saberlo? ¿Estáis hartos de mis preguntas retóricas? Si las respuestas son respectivamente “No”, “Sí” y “Me estoy cabreando”, este es vuestro post.

Hace un par de semanas recibí la propuesta indecente de participar en una prueba de la Copa del Mundo de escalada, la de Barcelona. ¿Quién? ¿Yo? ¿Copa del Mundo? ¿Participar? ¿Barcelona? ¿Escalada? ¿Do, re, mi? ¿Un, dos, tres? ¿Probando, probando? Así estuve, largo y tendido, ante el correo electrónico hasta que conseguí sosegarme y responder con cierta coherencia. Contesté rápidamente que sí a todo, por si cambiaban de opinión, y me olvidé por completo del tema pues a tan pocos días vista del evento poca cosa podía hacer más que pasar el rosario pidiendo un milagro o contratar a la mafia rusa para materializarlo. La cuenta atrás comenzaba: 10, 9, 8, 7…

6. Jueves
En la entrega de trofeos de la Copa Catalana (dificultad y bloque) varios amigos intentaron presionarme maliciosamente con frases del tipo “Te vas a codear con las más máquinas; Ya verás qué viotes; Esperamos mucho de ti, no nos defraudes” a lo cual respondí contundentemente atragantándome con pizza. Aunque se les escapaba la risa a esa panda de traidores, a mi me entró un miedo acojonante y, claro, esa noche soñé que Mina Markovic me lanzaba agresivamente su bolsa de magnesio.

Haciendo acopio de trofeos con Mariona Burgada para protegerme de mis pesadillas. Fotos: Jaume Oliveras

5. Viernes
Sé que voy a estar sola con los machotes del equipo de la selección. Me hubiese gustado tener alguna otra compañera de selección menos peluda: unas no han podido y otras no han querido. Creo que gracias a tanta renuncia femenina me tocó la lotería a mí, entonces…mejor me muerdo la lengua.

4. Sábado temprano
Esta mañana tenía que salir de dudas, ponerme a prueba a mi misma, observarme, observarles, observarnos e intentar aprender algo de tanta observación. Así que he ido al Pabellón de la Mar Bella y ahí me he encontrado con todo el equipo, más majos ellos. Me han ayudado hasta a visualizar bien la vía. Siempre se agradecen los billetes de 500 euros o, en su defecto, las palabras amables y los consejos.

3. Ya no tan temprano (más cerca del presente, creo que cambio el tiempo verbal)
En el rocódromo podemos tocar las primeras presas de las vías y luego nos enchufan repetidamente unos vídeos con los equipadores escalándolas.
Veo a muchas competidoras concentradas escuchando música (o a lo mejor disimulan) con cascos de moda. Veo peinados raros. Veo un perro. Toco al perro. Es La Hora.

2. La Hora
Salgo segunda así que miro como un búho a la primera competidora. Ni pestañeo y me fijo tanto que no sé si la tía encadena o no pero me entra lagrimeo. Cuando me toca a mí estoy más emocionada que nerviosa: estas cosas no pasan cada día, vete tú a saber si podré volver a competir en una prueba internacional. Caigo a media vía rígida como un fiambre.
Ahora toca descansar y visualizar bien la segunda vía para cuando sea El Momento.

Primera vía. Como los niños, si el de al lado levanta la pata derecha yo igual. Foto: Climbing Dyreco

1. El Momento
Subo más relajada y caigo en la última chapa. Lucho la vía y la disfruto mucho más de lo habitual. En cualquier caso, ya están los resultados y, aun no siendo la última clasificada de cada vía, quedo última. Y esto es posible gracias a una ecuación (mira que lo tengo dicho: odio el álgebra) que relaciona dificultad y puntuación de cada vía para fastidiar al más débil.

0. Momentazo
Esto es ahora, que estoy tapadita con la manta, recordando todo lo que ha sucedido hoy. Disfrutando relajada de la experiencia con un té humeante que me invita a soñar (espacio patrocinado por Hornimans). A soñar, no con objetos volantes lanzados por competidoras, sino con lo que pudo ser y no fue, lo que podrá ser y será, lo que podrá ser y no será y lo que no podrá ser y no será. Y cuando digo que no es no. ¿Ein?

domingo, 13 de noviembre de 2011

Un domingo lluvioso

Es el día perfecto para no escalar, cosa que no necesariamente es buena (es mala, ya lo digo ahora, aunque intento convencerme). Pero un día así se puede aprovechar para intentar hacer algo que valga la pena.

Esta mañana, por ejemplo, he participado en una mesa redonda -rectangular en realidad- para charlar acerca de la interacción entre las entidades, las marcas y los deportistas en los deportes de montaña, la escalada deportiva en mi caso. Todo esto ha sido en el Cosmocaixa, en el marco del VI Congrés Excursionista Català, 100 años después del primer congreso.


La conclusión que extraigo de la charla ha sido básicamente una: que para que los deportes de montaña tengan un reconocimiento real en la sociedad (y todos los valores positivos que ello conlleva) deben trabajar en cooperación los deportistas, las marcas y las entidades, además de los medios de comunicación, los cuales deberían divulgar algo más allá del deporte rey.

Y sigue lloviendo, así que antes de irme a estudiar un rato, me voy a escaquear ordenando fotos. Aquí cuelgo tres del viernes, blocando -increíble pero cierto- en Sant Joan de Vilatorrada con Esteve y Alberto.


lunes, 7 de noviembre de 2011

La Rata

Esta mañana estaba en clase con la mirada perdida en el suelo: las desniveladas baldosas de terrazo gris han captado mi atención. Y aunque al primer momento me he preguntado seriamente si en esta universidad han oído hablar de los maravillosos efectos de las pulidoras, luego he dejado la temática del mantenimiento del aula para pasar a la del mantenimiento de mi casa. Ya sabéis como es el mundo de las ideas actual, van saltando de un lado para otro, saliendo y entrando del coco sin control. ¿Dónde quedaron las sosegadas ideas de la caverna de Platón? Las mías, desde luego, se pasan los 2400 años de tradición por el forro.

Pero volviendo al tema central del post, llevo ya unos días preocupada porque tenemos una inquilina un tanto inquietante, no solo no colabora con las tareas del hogar sino que nos pega unos sustos que ni el octavo pasajero. ¿Quién no recuerda el entrañable Mestre Estallicó? No estaría mal tenerlo en el búlder...

Veréis, la cosa empezó hace medio año, un día que Ignasi estaba en el búlder entrenando. Fue allí donde, por primera vez, Ella se dejó ver: pequeña como una nuez, gris y de larga cola, según describió el chico. El animal se manifestó en alguna otra ocasión, pero no ha sido hasta este último mes cuando se zampó la comida de Neula y defecó justo al lado (“s’ha cagat la rata” dijo Esteve categóricamente mientras Neula enloquecía) que hemos empezado a tomar medidas. Unas con más éxito que otras:
  • Cebo Gore: no hablo de un impermeable caro sino del típico cebo de madera con queso dentro y alambre asesino. Me parece una manera muy cruel de terminar con un animal. Cada día que lo usamos, esperaba encontrarme al bicho agonizando hacia un destino fatal. Por suerte, Ella es lista y ni se acercó a la evidente trampa.
  • El Exterminador: así llamamos al gato de la familia que vino como enviado especial con las mejores referencias. Se dio un garbeo por el patio y el búlder y se tumbó a dormir en un rincón. Un máquina, el tío.
  • Estatua bíblica: pero no de sal sino de yeso. Increíblemente usado en muchas partes, según Google. Aun no lo hemos puesto en práctica, pues más que una manera de acabar con Ella parece una tortura china. Consiste en mezclar queso rallado con yeso y dejar un recipiente con agua al lado. El resultado os lo imagináis.
  • Mata-ratas: llevamos una semana alimentando de sabrosas pastillas rosadas al voraz roedor. Al final hemos optado por este método porque en el envase ponía “El animal muere sin dolor, tres días más tarde, durmiendo plácidamente”. Y a mí la publicidad positiva me puede, oye. El caso es que estamos cebando de mata-ratas al animal y de momento se pega unos festines del copón, lleva ya dos cajas Ella solita, no os digo más. Empiezo a dudar de aplicar el singular cuando hablo de Ella.
Y de momento así estamos, os mantendré informados de próximas ofensivas o de, si finalmente le ponemos nombre, cómo la llamamos.

Luego, claro, me tienen que pasar los apuntes…

viernes, 4 de noviembre de 2011

La Felicità

En línea con lo que comenté hace un par de posts acerca de una amistosa colaboración con la empresa Gárgola, hoy me doy golpes con un canto, de pura alegría por la nueva relación con Els Bous de la Salle, Vèrtic y sus secuaces. Me va a faltar espalda para poder llevar encima tal cantidad de espónsors, la excusa perfecta para cuando caiga escalando. Ya véis el lateral del blog, da susto.


Quizás sabréis que hasta ahora colaboraba con otras marcas, Petzl y Beal, y con la tienda Camp IV de Granollers, a los cuales agradezco pública y sinceramente su apoyo durante tantos años, ¡desde que empecé a competir! Me ha costado mucho despedirme, estaba muy cómoda con ellos, pero ya tocaba levantarse del sofá. Gràcies ;)

La cuestión es que esta temporada me apetecía la marcha y el jaleo que llevan grabados en sus genes Els Bous de la Salle y Vèrtic, y finalmente mi deseo se ha cumplido: ya soy parte de su Equipo. ¿Qué aventuras nos esperan juntos? todavía no lo sé, intuyo.... ¡Felicidad!

La felicidad, la felicidad, cosa más cursi no se ha visto. O sí, como decía Groucho Marx, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna… A esa clase de felicidad, precisamente me refería. Amigos, no espero menos de vosotros.

domingo, 30 de octubre de 2011

Anarquista indomable

Finde demasiado bueno en les Bruixes, cosa chunga porque luego me mal acostumbro y a la primera de cambio me llueven las collejas y vienen el llanto y el rechinar de dientes. El binomio amigos-encadenes es adictivo.

Er tito catxondo. Esta es la única foto de las 200 que le hemos echado donde este amor de hombre no hace gestos obscenos.

Y es ahí, en Terradets, donde poco a poco vamos tachando las líneas. Esto es algo que me da un pelín de pena (bueno, más pena me da cuando caigo). Estos dos días he disfrutado más que Willy Fog con una T-10 (¿lo pilláis? ¡decidme que sí! que aquí en casa no se ha reído nadie).
El primer encadene ha llegado gracias a un flash magistral de Esteve en “la indomable”, un 7c+ con final de arqueos sobre la nada. Pero lo que me ha hecho sentir realizada ha sido escalar “el anarquista”, un duro 8a+ que había perseguido en distintas ocasiones sin éxito. Pero hoy sí, y al chapar la reunión he estado -atención que estoy chistosa- más feliz que McGyver en una ferretería.

Foto cortesía de Alberto L., otro protobombero en potencia.


El retorno. Burgui encadenando Last Line (7c+).

Como dicen los Mojinos: el que la sigue la persigue.

viernes, 28 de octubre de 2011

Los guardianes del tejado

Con la que está cayendo más vale estar bajo techo. Así que para estar a cubierto y protegida he pensado que estaría bien contar con una buena Gárgola. Sí, ese ser mitológico que ahuyenta los malos espíritus desde el tejado y que, a la par que decora elegantemente, sirve de práctico desagüe. Dichosa mi suerte, estoy tirando cohetes.



Creo que soy bastante mala con las alegorías, siempre que veo una le atizo con el bolso. Tenía -tengo- que comunicar algo y no se me ocurre nada más que usar un recurso retórico que me rehúye (o sea, que no tengo ni zorra) porque me da un poco de corte el tema. Pero lo diré, y lo diré sin rodeos porque el asunto lo merece.
Ahí va: La próxima temporada, la empresa de rocódromos y presas Gárgola confía en mí para que les calcule la liquidación trimestral del IVA. Ay…creo que no era eso.
Lo diré otra vez: La próxima temporada, la empresa de rocódromos y presas Gárgola confía en mí para la formación de los empleados en materia de Riesgos Laborales. Joer, tampoco, qué difícil es esto.
Mirad: La próxima temporada, la empresa de rocódromos y presas Gárgola confía en mí y punto.
En qué confían en mí, aún no alcanzo a entenderlo. Pero mola.

viernes, 21 de octubre de 2011

Memoria olvidadiza

La temporada de competiciones 2011 terminó hace un par de semanas en Reus, con la última competición de bloque del año. Ha sido una temporada un poco rara: gran acumulación de compes en primavera y tan solo un par en otoño. Quizás debería hacer balance, por aquello de la catarsis personal que queda tan culto pero que nadie sabe cómo hacer. Bah, yo tras el ocioso verano no recuerdo demasiado. Bueno sí, julio fue fresco y en agosto hizo calor.

Reus, hacía tanto viento que casi salimos volando.

En cuanto a las competiciones, la impresión es que fue todo estupendo, pero mis clasificaciones lo contradicen. ¿Era yo la que caía en las primeras chapas? Ay, amigos, mi cerebro se ha ido atrofiando durante estos años de trabajo rutinario y, ahora, al volver a la universidad me he dado cuenta de cómo me estaba abandonando, en el sentido intelectual de la palabra. Igual que aquel que sale a correr y ve que no aguanta ni cinco minutos cuando años antes corría una hora. Pues lo mismo pero en tontuna neuronal: ¡despertaos malditas! La sensación en clase de “mierda, yo esto antes lo sabía” es bastante fastidiosa, sobre todo si te preguntan a ti.

Sé que ahora toca entrenar de nuevo, pero toca aun más colocar el codo en la posición adecuada (hincar el codo no, de momento) y estudiar o bloquear, según. Y dicho esto, hoy no escribo más que mis profes tienen la indecencia de mandarnos deberes sin tener en cuenta que se quiera escalar durante el fin de semana. Que por cierto, lloverá.

jueves, 13 de octubre de 2011

Cambio de estación

Estos días y antes de que la tarde decaiga tristemente en la oscuridad, voy a pasear con Neula por unas viñas que hay detrás de casa. A la perra le encanta comer uva y a mi me gusta recoger el gotim. El gotim son pequeños racimos o uvas sueltas que no vendimiaron porque han madurado tarde. Antes, me ha contado mi padre recordando su niñez, sí se recolectaban estos restos, pero hoy en día no sale a cuenta recogerlos -de momento- y ahí se quedan para alegría de zorros y pájaros.

Hoy, mientras apartaba las telarañas en busca de uvas he pensado en las vueltas que da la vida. No hace mucho tiempo me tocaba madrugar para ir a Barcelona a trabajar, ahora en cambio, madrugo para ir a estudiar. Tampoco hace demasiado que Esteve empezaba una aventura en formato oposición, con merecida victoria, lo cual ha revolucionado su estilo de vida.
Un octubre, cuando teníamos 27 años, nos prometimos muchas cosas, una fue cambiar nuestro estilo de vida antes de los 30 si ello nos iba a hacer más felices. Mirad, os hablo con el corazón, concretamente desde el ventrículo izquierdo: mañana Esteve cumple 30 años y empieza su formación como bombero; yo he empezado un master en la Autónoma (esto de volver a la universidad da para mucho, pero no hoy que este es un post solemne) para dedicarme auténticamente a la enseñanza de geología.


Estamos viviendo exactamente aquello que prometimos. No se trata de nada espectacular, no es un encadene, ni un premio Nobel, ni tan siquiera unos fuegos artificiales o una hamburguesa triple (eso sí tiene que ser espectacular). Es el día a día que habíamos pactado y que se cumple proféticamente (eh, Destino, te recuerdo que también propuse lo de la lotería como primera opción y aun estoy esperando). Todo esto es algo que me tiene alucinada y sé que en gran parte es gracias a Esteve, por su voluntad y decisión ante la vida. Viéndolo a él me atrevo a decidir qué quiero hacer y a dar los pasos necesarios hasta donde quiero llegar. Hoy, por ejemplo, me apetece una tortilla de calabacín, pues me levantaré de la silla e iré a la cocina a elaborarla, con un par de huevos. Soy dueña de mi destino.
Este post es para felicitar a Esteve por su treinta aniversario, una muestra viviente de que querer es poder, y aunque me haya olvidado de su regalo se que él lo encajará con alegría (sí, ¿no?).

Ah, otra cosa, os recomiendo encarecidamente que vayáis al Open del Plafó del Piri de Vilassar de Mar el domingo 23 de octubre. Bueno, haced lo que queráis, pero yo, como dueña de mi misma que soy, tomaré las medidas pertinentes (básicamente llenar de gasolina el depósito y pagar el peaje) para ir al divertido evento.

lunes, 3 de octubre de 2011

Conjunción planetaria en Montgrony

Últimamente los astros me son favorables: cada vez que he encadenado una buena vía, he podido dar las gracias a su equipador, pues ha dado la coincidencia de encontrarse allí en el momento preciso.

La última alineación astral molona ha sucedido en Montgrony, donde he escalado Babel 46, un recorrido sublime a la sombra del Bac de Sant Ou, obra de Joan Cabau. Aprovechando l’avinentesa (la oportunidad) de tenerlo al lado le preguntamos el por qué del curioso nombre cuyo origen no hubiésemos imaginado nunca. Babel 46 es una opera de Xavier Montsalvatge ambientada en un campo de concentración al final de la II Guerra Mundial donde la dificultad de entendimiento entre los prisioneros de distintos países da sentido al título. La vía también es un poco así, difícil de entender una vez estás en medio del fregao.

Partitura de la Ópera o Cosa relacionada con el tema que encuentro por la red a falta de fotos.

Hace unos años, cuando Esteve la encadenó, se había roto una presa en el paso clave, por lo que había gente que opinaba que de 8a+ pasaba a 8a+/b o quizás 8b. Este verano, un escalador tuvo la agradable experiencia de arrancar una chorrera situada antes del paso duro. He oído un par de opiniones que hablan de 8b+, pero en cualquier caso, a mi juicioso parecer, ese tramo de bloque-resistencia le da carácter de 8b. Da lo mismo, la vía es una maravilla y la encadené luchando cosa mala. Fíjate tú que al segundo pegue el bloque no me salía y decidí no probarla más del cabreo que llevaba, pero como ahí todas las vías son largas y me daba pereza montar otra, dejé las cintas para que le diese un pegue el que rompió la chorrera a modo de castigo. Al final -tras ingerir un flan, mucho mejor que el pollo del otro día- me metí de nuevo, resolví el bloque y salí loando a La Moreneta hasta la reunión. Aun no lo acabo de entender del todo, fue un acto de fe.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Fin del verano

El verano se acaba, lo intuyo en el bosque, lo huelo en el aire, lo presiento en lo más hondo de mí y lo veo de reojo en el calendario que tengo al lado, que dice que el otoño empieza el 21 de este mes.
Este año la temporada estival ha sido totalmente vacacional, por una vez no me quejaré de mi falta de ociosidad. Lo que sí me gustaría comentar es un par de cosas -quizás tres si me acabo la cerveza- que me vienen a la cabeza en estos últimos días veraniegos:
  • La natación
Deporte beneficioso no solo para los propietarios de la piscina, que se llenan sus acuáticos bolsillos de calderilla, sino también para el nadador común. Yo misma ya me considero una de ellos, pues hace poco me compré un segundo bañador que ya no es de marca Decathlon. Digo yo que eso indicará algo aparte de un afán consumista desaforado.
He estado nadando un día por semana y juro ante el cartero (no acostumbran a pasar notarios por casa, espero que el cartero os valga) que me ha ido muy bien de cara a la roca, nunca de espalda. Ya, ya se que se dicen muchas cosas acerca de los deportes que son mejores o peores para complementar la escalada. No se demasiado de ello, ni tampoco creo que debáis hacerme caso, pues tan solo hablo de mí y de mi cuerpecillo de arenque. Creo que el quid de la cuestión, o sea, el beneficio que me ha proporcionado, se basa en el entreno de la respiración pulmonar. La braquial la dejo para el año que viene y ya os cuento.
  • El sándwich de pollo
Ayer mismo me comía un sándwich de pollo especiado con mozzarella y mayonesa que me dejó bastante satisfecha. Tras la rica ingestión, realizada en la Gran Bóveda (Rodellar, ¿dónde si no?), me decidí a cortar la digestión encadenando una preciosa vía del Novato: La Banda. En realidad no tenía intención de encadenar el maldito 8b, pues era el tercer día que lo probaba y el calor y el dolor de yemas me aconsejaban ir de cinta en cinta. El caso es que tras pasar sorpresivamente la sección clave, me vi a mí misma entre la espada y la pared: el calor y el pollo estirando hacia abajo y las ganas de hacerla empujando hacia arriba.


La lucha fue titánica, os lo aseguro, no sabéis lo que pesa un pollo de granja inundado en mayonesa a partir de los 30 metros de desplome. Pero la hice, y luego pude celebrarlo con una pájara y bajada de tensión durante una hora a pie de vía. ¡Alegría, alegría!

Dejémoslo aquí, que tras hablar del sándwich veo a mi cerveza muy triste y sola. Me voy a buscarle compañía.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Dos cosas que seguramente nunca haré

Ganar una apuesta
Tengo muy mala suerte en esto. La última apuesta que he perdido me obliga a saldar las deudas ahora mismo. El reto consistía en no dejarnos superar en número de visitas del blog por otro blog, ante el cual me postro en calidad de blogger: el de els bous de la Salle.
Si perdíamos, prometí colgar una foto en top less. Mirad qué tetas:


He escogido esta tan refrescante de Neula que, aunque vergonzosa, tiene 11 tetillas para dejar satisfecho al más exigente. Podría haber colgado una de Esteve, y disparar las visitas al mismísimo nivel de Google, o hasta una mía, pero tras el affaire con aquella foto del Vertex ya no me atrevo a salir con nada que no sea manga tres cuartos.

Acaparar una vía
Acaparar en el sentido egoísta de la palabra, y no me refiero a matarla a pegues sino a joder al resto que intente probarla. Pero para explicar este curioso hecho sucedido en Rodellar, debo remontarme unos cuantos meses atrás, a un día otoñal en la Serra de Prades.

Íbamos camino a Siurana cuando a la altura de Cornudella recogemos a una chica que hace autostop. La muchacha nos cuenta que viene a dedo desde Polonia y que su intención es encadenar su primer 8a en Siurana. La dejamos en el pueblo y ahí perdemos su rastro hasta este verano en Céüse, donde la reencontramos con un grupo de amigos. No nos saludamos pues ella parece no acordarse y nosotros dudamos de si es la misma de aquel día en Siurana. Al final nos damos cuenta que es ella tras observarla durante un largo rato intentando la entrada de un 7b+.
Ella y sus amigos están acampados furtivamente por encima del parking de Céüse y ahí empiezan a caerme gordos: Una de sus colegas tiene un perro que muerde a Neula y a otra perra del parking. Aun esperamos disculpas. La última noche que pasamos ahí tenemos que huir de madrugada pues el grupito está totalmente borracho bailando y cantando a grito pelado canciones tradicionales polacas en medio del parking. La gente flipa y yo tengo que agarrar a Esteve para que no les salte a la yugular. Nos las piramos porque es imposible dormir.

Ahora sí, Rodellar, sector La Surgencia y vía Paideia, 8a+. La probamos un par de días en primavera y tenía muchas ganas de volver a ella.
Al llegar al sector unos chicos (entre ellos, el equipador de la vía -muchas gracias, peazo viote-) nos cuentan que han desmontado unos cintajos y cuerdas de Paideia porque alguien los había puesto a modo de alargues y molestaban un montón a la par que era peligroso.
Mientras estamos probando la vía de al lado, llega Ella y un amigo suyo –el que coreaba más emocionado en el parking de Céüse- y preguntan por qué les han quitado sus “cintas”. Tras una explicación convincente por parte del chico que acababa de bajar, la chica pregunta si volverá a subir, a lo que él responde negativamente. Entonces ella empieza a subir y con un palito a modo de caña está durante dos horas montando las primeras 6 chapas de la vía para dejar un horrendo alargue inchapable que solo sirve para, una vez pillado en la cinta anterior, agarrarse y montar la siguiente subiendo por los cintajos.
Unos amigos catalanes nos cuentan que la vieron hacer esto mismo en Siurana, el pasado otoño, en 8b’s donde no se movía. En cambio, nos dicen que esta misma mañana la han visto en El Camino encallada en la entrada de un 7a. Esto es el colmo.
Esteve, que la dulzura la guarda para cuando duerme, ya no puede más y tras los antecedentes que os he contado, explota y le canta las cuarenta a la chica. Básicamente le dice que cada vez que alguien suba le desmontará los cintajos y que están siendo muy mal educados con el resto de gente que quiere probarla. Les hace saber que, luego, cuando suba él le quitará el alargue.

Esteve huyendo de la polaca camino a la Piscineta.

Pero,¡ah!, ese luego nunca llega porque al bajar la zagala, le deja al coleguilla un top rope hasta la quinta chapa, el cual, como ella, ni se menea. Nos las piramos indignados y al día siguiente, tras retirar las cintas asesinas -se te enrollan en la pierna cuando no en el cuello-, encadeno.
No volvemos al sector hasta dos días más tarde, cuando coincidimos otra vez con ellos que nos preguntan de nuevo si probaremos la vía, para volver a poner las malditas cintajas con su alargue correspondiente. Avisados quedáis los que queráis probarla.

Solo le puedo decir una cosa a la simpática polaca: Ole tú.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Francia no es rancia

Y con este título tan propio retomo el blog.

Ahí estamos, de vuelta al país galo, pure beurre, como dice en la caja de mis galletas favoritas. Sí, mantequilla, rica y sabrosa a la par que calórica, aunque en Francia eso no importa, es algo que se sobreentiende. Si vas a escalar seguramente te vas a hartar de andar, así que unas calorías de más siempre vienen bien. Hoy quiero hace una pequeña introducción, rollo charla (llámale charla, llámale balbuceo) socio-económica del país, a raíz de lo que hemos descubierto haciendo cosas tan mundanas como ir al super y hablar con otros escaladores, os prometo que haré un resumen de las zonas por donde hemos dejado nuestro ADN en forma de pellejos en la roca. No hay secretos para vosotros en materia de escalada, queridos lectores, quiero compartir lo bueno y lo malo de cada sitio, por si sirve de algo.

Francia, ese país tachado de ombligista aunque quizás no lo sea tanto y, Whymper, ese gran explorador inglés que realizó importantes primeras ascensiones alpinas nos dieron la clave. Yo pensaba que, como en el Tour, a los franceses les escocía que un foráneo obtuviera éxitos en tierra gala. Pues resulta que también tienen su corazoncito: yendo hacia Briançon, en los Alpes del sur, hay una gran estatua realizada con hierro, ¡es Whymper! Loable bajada de pantalones por parte de los amigos franceses. Este es uno de los descubrimientos, os habéis quedado pasmaos, ¿eh?

Whymper, un hombre de hierro.

El otro es el que sigue: Vas al super y te preguntas ¿Qué coño está pasando en nuestro país para que la mayoría de productos sean más caros aquí que en Francia? De verdad, nos hemos quedado acojonados…Aquí cobramos menos y pagamos más, así de estupendos somos.
Y cómo colofón: Hablamos también con un escalador inglés que nos comentó que ya no vienen tanto a escalar por nuestras tierras. Antes, dice, les salía muy barato ir en avión a Barcelona y alquilar un coche. Ahora no. Conclusión: Aquí semos mu tontos. Ya, que me vaya a Francia, me diréis algunos. Pues bueno, no estaría mal…

Col de la Pousterle, Ailefroide al fondo con el Glacier Blanc.

A parte de esto, lo importante, o sea, la escalada vacacional en sí, ha transcurrido básicamente entre Francia y Sant Llorenç del Munt.
  • Empezamos yendo a Saint Léger du Ventoux, como hace un par de años. La intención era escalar en un sector medio secretivo del que hablan maravillas: La Baleine. Es una bóveda donde abundan vías de octavo grado. No hemos encontrado reseñas por ningún lado, fotos sí (por ejemplo aquí ) y recomendaciones de amigos que han estado, también. Por desgracia la lluvia en Saint Léger es pura mierdecilla y nos las piramos habiendo escalado solo en la North Face donde pudimos rememorar esos alejes tan propios de la zona.
  • De ahí saltamos directamente a Céüse, no diré demasiado pues el sitio es archiconocido. Escalamos básicamente en el sector Berlin y, aunque apretamos mucho, el ratio de encadene quedó en 1/10. Pim pam, ostias vienen ostias van. Con la cola entre las piernas nos dimos al queso, al vino y al consumismo en general tras la ingestión masiva de lo segundo. Como resultado, acabamos gastando el salario en tres guías de escalada de zonas cercanas a Gap y Grenoble. La de Briançon fue la que nos llamó más la atención y hacia allí fuimos con renovadas esperanzas.
  • Briançonnais, preciosa zona Alpina. Ya habíamos estado hace unos años, para subir los Ecrins y ya nos habíamos fijado entonces en la cantidad de roca que tienen ahí. Aunque hay que saber escoger… Los primeros días “escalamos” en la Val du Fournel. Famosa también por las minas d’Argentiere (de plata), barrancos y cascadas de hielo en invierno. Para nosotros ahora también es famosa por la cantidad de setas, fresas y frambuesas que crecen con exhuberancia y que dicen cómeme (y cualquiera se niega). Este sector, Rocher des brumes, es realmente duro, nos caímos en todas partes. Yo me las vi y me las desee para encadenar alguna vía tipo 7a, porque de los octavos ni hablamos. Probamos unos cuantos, todos ellos dificilísimos. Eso sí, los octavos sin alejes y en los séptimos te cagas.
  • Cambio de sector para dar moral: subimos al cuello de la Pousterle y escalamos en el Tournoux. Agradable sorpresa pues las vías están aseguradas a la no-francesa. No hay alejes y los grados están bien pero lo mejor de allí es el entorno: vista espectacular sobre la cara sur de Ecrins, Pelvoux, Olan y compañía. Allí pudimos realizar alguna ascensión fácil a un tres mil y dedicarnos a escalar un par de días más hasta que a Neula le dio un pinzamiento por perseguir marmotas como una loca. Literalmente así y vuelta a casa.

Oxigenación con vistas al Mont Pelvoux.

  • Finalmente, en Sant Llorenç del Munt la humedad nos ha acompañado todos los días de escalada sin excepción. Un asco. Un asco pero no por ello dejamos de ir, porque la temperatura (como ya comenté) es increíblemente fresca y las vías, oh la la, las vías, c’est magnifique. Sí, sí, aquí mucho mejor que en Francia.
Y por eso, me quedo.

lunes, 25 de julio de 2011

Chacales por Rodellar

Volvía ayer de Rodellar escuchando la radio mientras conducía, después de una semana de escaladas y relax. El asombro, en forma de mano en la boca tapando un ah, aparecía a cada nueva noticia que escuchaba –he estado un tanto desconectada y me he vuelto un tanto enrevesada, por lo que veo-. Que si la matanza de Noruega, que si Amy la ha palmado, que si el Tour lo ha ganado sorpresivamente el australiano Cadel Evans (curiosamente soy fan del Tour). Noticias que marcarán este verano y se entremezclarán con nuestras vivencias. Me gusta relacionar estas futuras efemérides globales con las mías, creo que es algo que hacemos todos, ni que sea inconscientemente. De este modo siempre recordaré que el verano del 2011 encadené mi primer 8b, Les Chacals, justo esa semana de julio cuando pasó todo aquello. Por desgracia las experiencias se van difuminando en el tiempo y al final solo queda el hecho en la memoria y poco más, de ahí que escribir sea tan útil (Francesc, segueixo els teus passos, ja ho veus).

Parte de la manada murciana escalando. Foto: Esteve Casas. Estado de gangrena de sus piernas: 9 sobre 10.

Pero centrándome en lo mío, como Umbral –yo aquí he venido a hablar de mi libro-, esta semana he descubierto algo difícil de deducir a primera vista, pero evidente en su resolución. Si tenéis algún amigo o amiga que encadene mucho ya solo queda preguntarle si es de Murcia. Si dice que no, o es de Manresa o miente. Estos días lo he podido comprobar “in situ” junto con un grupo de murcianos, yo los he llamado los Hunos de la escalada porque arrasan por donde pasan. Y como me he dado cuenta al momento de esa envidiable virtud (¿será por los productos de la huerta murciana?), rápidamente me he arrimado a ellos a ver si se me pegaba algo. Ha sido con Tere, murciana, claro, que hemos formado un equipo invencible. Porque, amigos, no solo hemos encadenado juntas y con estilo un 8b sino que además hemos sido capaces de darle a la indiaca (pelota rara con plumas) hasta cinco toques seguidos sin tocar suelo y casi ganamos a un niño de 10 años al Party Junior. Hemos peleado como leonas en cada prueba que el destino nos ha puesto por delante: desde el paso a bloque de la vía hasta tararear la maldita canción de los Simpson (aún me pregunto en qué fallamos para perder la partida…). Lo que os digo, las guerreras amazonas a nuestro lado parecen un atajo de marujas.

Tere, les Chacals y yo. Foto: Esteve Casas. Estado de gangrena de sus piernas: 15 sobre 10.

lunes, 11 de julio de 2011

Aportación capital

Ha llegado el momento de aportar algo provechoso a la humanidad, y no, no estoy hablando ni de tener descendencia (he dicho provechoso), ni de erigir un nuevo orden mundial donde los bancos den un interés mayor al 5% TAE (mi imaginación no tiene límites), ni de descubrir que la trola cambio-climática es el pozo sin fondo de la ineptitud humana donde los estadistas “invierten” parte de nuestro dinero (es mi pequeña obsesión, dejadme que yo no me meto con las vuestras).

Todas esas cosas pasan a un segundo plano ante lo que tengo que deciros. Redoble de tambor y luces, que cojo aire y lo digo de carrerilla: La importancia de llevar siempre una camiseta de manga larga en la mochila cuando vas a Sant Llorenç del Munt.
Sí, ese es mi generoso obsequio para las generaciones venideras.

Hace ya unos años, un caluroso día de verano, de esos en que las cigarras parecen haber enloquecido y el agua embotellada se calienta aunque esté a la sombra, fuimos a escalar a Sant Llorenç. Hasta ahí todo normal. Creo que llegamos al sector de el Mur Blau hacia las cuatro de la tarde y fue a eso de las seis que la niebla empezó a subir (y digo subir por decir algo ya que la muy cerda apareció espontáneamente), el viento a soplar y la temperatura a bajar. Y bajar. Y bajar. Lo pasé mal, como supongo que deducís de lo que he proclamado tras el redoble, avispados amigos. A partir de entonces me prometí llevar siempre ropa de abrigo en el zurrón, aunque en casa marque 33º C, aunque de subida al sector sude las tres cervezas de anoche, aunque el oráculo del tiempo anuncie anticiclón.

Foto del otro día, ¿el Mur Blau o la Tierra Media? No bastó la chaquetilla y me tuve que tapar con la funda de la cuerda.

Santllors es el paradigma de microclima, y además, de microclima impredecible -y cabrón-. Pues tan buen punto pasas de la humedad más pegajosa a andar perdido por Tierra de Mordor.

Este post va dedicado a Esteve, que, primario como buen tío duro (¿de mollera?) que es, si tiene calor antes de ir a escalar quitará cualquier prenda de abrigo de la mochila. Luego, si el dichoso microclima se torna maligno, intentará ponerse mi ropa… ¿Os suena aquello de “rasgarse las vestiduras”? Aplicadlo en sentido literal a él, y en el metafórico a mí, que no gano para chaquetas.

lunes, 4 de julio de 2011

Excusas

Voy a escribir de una vez que, después de aguantar primero quejas y luego regañinas por mi inactividad bloggeril, tengo miedo a represalias mayores. De verdad, no merezco tanto amor. Permitidme, queridas personas, que me excuse. Si os he dejado abandonados de la mano de Dios (¡que hasta Esteve ha contribuido con un post! Imaginad cuán chunga me veía) ha sido porque cambios estremecedores en mi entorno han acaparado mi distraída atención. Me teñí el pelo, por ejemplo. Esa frívola alteración capilar habría sido suficiente para trastocarme, pero cosas más gordas aun me han estado pasando: me pinté las uñas, saltó el esmalte mientras escalaba y las tuve que repintar. ¿Qué me decís a eso? Así que tras tanta metamorfosis inicio una nueva vida, lejos, por fin, de la ciudad y sus centros comerciales llenos de tintes y esmaltes de atractivos colores a precio tentador.

Lo mejor del verano es la soledad escalando en según que sitios...

Desde la última vez que escribí también han pasado muchos otros acontecimientos de menor importancia: se acabaron las competiciones, se acabaron los exámenes y se acabó el trabajo. Oficialmente ¡estoy de vacaciones! Y no sabéis cuánto me alegro de ello (desde que era un cachorro humano sin independencia en el desplazamiento que no tenía tantos días libres…). Y así, ociosa como Paris Hilton, me voy a dedicar básicamente a tres cosas: aprender a nadar (me he apuntado a un cursillo, esta vez voy en serio), aprender a cultivar (el huerto está que se sale, sí, que se sale de hormigas, pulgón y caracoles) y aprender a escalar (creo que este será el más gustoso aprendizaje del verano). Con tan febril actividad será difícil encontrar un hueco para el blog, pero a la que me pase alguna tontería digna de mención, ¡prometo escribirla!

Mientras, os dejo aquí unas fotos del último eclipse lunar, echadas desde el patio de casa. Una de ellas la eché mientras me hacía la manicura, a ver si adivináis cual.

Detalle curioso de la segunda foto, en la parte derecha inferior hay una línea de luces, es un satélite.

lunes, 27 de junio de 2011

El sueño de una tarde de verano

- Todos lo sabemos, a veces lo pensamos pero nunca lo tendremos suficientemente en cuenta -

En primer lugar y antes de continuar, queridos lectores, lamento informaros que este post no lo ha escrito Marieta, y no os cuento lo que esto significa porque, aunque me pese, si decidís continuar leyendo ya os daréis cuenta…

El jueves era verbena de San Juan, la noche más corta del año y una de las más aprovechadas para hacer una buena cena, beber un poco de más y, en definitiva, pegarse una buena fiesta. Marieta y yo, fieles a nuestros principios, cenamos en el Monasterio de les Avellanes, aislados de todo lo que puede ser habitual en esta fecha y, como buenos ermitaños y para no desentonar con los vecinos maristas, a las 23:00 ya estábamos felizmente soñando.

Hecho el prólogo, voy a poner luz al segundo título: El viernes fuimos por primera vez al sector Regina de Terradets. Aunque llevábamos tiempo queriendo ir, nunca lo habíamos hecho y la verdad es que valió la pena, ya que la temperatura y la calidad de las vías es impresionante (eso el viernes, antes de la ola de calor). Pero no os lo voy a recomendar porque luego se masifica…

Xevi a "Fil Dental", foto: Catx y cogida del blog de Oriol.

Joer, ya me he vuelto a ir por las ramas. A lo que iba: Miro las reseñas y localizo la vía de calentar un 7b o un 7b+ (no pienso decir 7b/+, antes la muerte) de pura continuidad del que hemos oído hablar bien -y que luego resultaría ser un 8a, me equivoqué de vía-. Chapo los dos primeros seguros y la tercera chapa la veo un poco lejos, empotro rodilla para reposar y mirar bien y salgo agarrando un pincho invertido extremadamente bueno, subo pies aproximadamente 1 m por encima de la segunda chapa, tracciono y, desgraciadamente, parto el invertido. Paso de 0 a 100 en dos milisegundos y estoy justo a tiempo de encogerme como una bola y recoger mis piernas para pasar rozando el suelo con el culo. Pero evidentemente el mérito no es mío, Marieta ha estado impecablemente atenta y ha logrado evitar que picara suelo cuando ninguna de las circunstancias podría haber llevado a pensar que me podía caer (supuesto 7b con buen canto y de conti, asequible para hacerla calentando).

Por eso, todos sabemos que las primeras chapas son las más peligrosas, a veces incluso lo comentamos y nos conjuramos para vigilar y estar aun más atentos, pero a pesar de lo anterior, nunca estaremos suficientemente atentos. Ha sido tan poca la diferencia entre estar tranquilamente escribiendo esto después de unos buenos días de escalada a pensar lo jodido que sería haberse dejado los tobillos -como mínimo- que solo me queda que agradecer a Marieta por estar con la máxima concentración . Pediros que estéis/estemos siempre al máximo de nuestra atención sobre todo hasta la tercera chapa. Nuestro deporte es muy seguro pero los pequeños descuidos se pagan caros.

martes, 14 de junio de 2011

Vilabloc 2011

Vilabloc 2011, todo un éxito.

Momento de presión entre Angie y yo... Igualdad máxima y mucho cachondeo.

El fotógrafo atacaba por la retaguardia.

Gràcies a tots els que ho heu fet possible!

viernes, 10 de junio de 2011

Ejercicio para el veranito

Hay algo más intrigante, me preguntaba el otro día, que el éxito de la perniciosa canción “El Veranito” aullada por Georgie Dann y que El Corte Inglés usa alegremente para anunciar sus viajes y torturarnos al mismo tiempo. Quizás más intrigante que eso no hay nada, cierto, pero sí hay algo más interesante, esa fue mi respuesta al recordar la disertación del pasado fin de semana en Siurana.

¿Quién coñe debe ser el director de marketing de El Corte Inglés? No dejo de preguntármelo...

A ver si vosotros podéis echar algo de luz al asunto, iluminados como sois o estáis algunos. La cosa va de lo siguiente: ¿Qué táctica deberíamos adoptar en el momento de afrontar una vía nueva para maximizar el aprendizaje?

Con Esteve discutíamos las dos opciones, las que aplicamos cada uno habitualmente.
Él: la mayoría de veces que acomete una vía nueva, la intenta a vista y a muerte todo el rato hasta la cadena. Aunque caiga en la segunda chapa, hace un esfuerzo por olvidar -gran virtud humana- y continúa luchando como si tal cosa.
Yo: en muchas ocasiones, cuando emprendo una nueva vía, me paro en la primera dificultad que encuentro y de ahí a la cadena voy parando fijándome bien, cuan lechuza hambrienta, en todas las secuencias.

Es evidente que como resultado Esteve tiene encadenadas bastantes vías a vista y yo, en cambio, tengo muchas vías al segundo intento. En ocasiones, aparte de ver muertos, subir por una vía parándose a matizar ayuda a encadenarla mucho antes que intentarla a vista, caer y volverla a intentar ya que no se tiene demasiado clara. Pero dejando al margen el hecho de encadenar o no, la discusión se centró en lo que es mejor para progresar como escalador. En realidad no hubo disputa ya que los dos coincidimos en que el método de Esteve tiene más buena pinta.

Pues ya veis, tanto misterio pa na.

martes, 17 de mayo de 2011

Evolución

Llegué anteayer a casa, después de unas traqueteantes 10 horas de tren, y lo primero que hice fue salir al patio a saludar a mis rabanitos. Durante el intermedio de las dos últimas competiciones nuestro patio ha pasado de ser un parterre aburrido plagado de tréboles y caracoles a un terreno de lucha entre mis rábanos y calabacines, sembrados con cariño pero sin conocimiento, y el escuadrón terrestre de hortalizas que Esteve se dedica a plantar metódicamente a mis espaldas mientras yo caigo, metódicamente y también de espaldas, en rocódromos variados durante los fines de semana. Esteve, te aviso oficialmente, como alguna de tus berenjeneras invada el espacio de mis verdes querubines, las tijeras de podar actuarán sin juicio previo -como con el amigo Bin-.

Y no contenta con estas amenazas de exterminio vegetal, voy a contar un par de cosas más, que ya he tomado carrerilla. Lo primero que os quería contar es lo que me sucedió el lunes pasado, cuando fui a entrenar y paulatinamente interné en el asombro para no salir de él hasta el miércoles, dos días más tarde. Cosa rara, así leída, lo sé, intentaré explicarme mejor para goce y disfrute de mi entrenador: Pere, aquestes línies te les dedico.

Ais, qué majo, deberíais haberlo conocido cuando íbamos al instituto, le iba detrás una manada de féminas hormonalmente alteradas (siempre me he preguntado por qué los chicos de Ordal tienen tanto éxito...) y ahora es mi entrenador, rabiad nenas.

Es poco habitual en mi notar la evolución de los entrenos: siempre me veo igual de fuerte -o floja- cuando agarro las presas de colores. Pero al ir a entrenar el lunes y pedir unos bloques para calentar al par de amigos que había allí, me sorprendió la sencillez con que ejecutaba los movimientos propuestos. Entonces me dediqué, casi entre lágrimas de emoción, a resolver uno tras otro los bloques de control que nunca me habían salido hasta el momento. Al día siguiente me sentí igual de fuerte. Y el miércoles también, ..., hasta que me recordaron un antiguo bloque donde no levanté el culo del suelo -os odio- y desperté de golpe de ese repelente estado de euforia (yo creo que me lo cantaron para eso). Pero da igual, he tenido suficientes evidencias para ver que el camino ha sido el correcto. He evolucionado, ergo yuju. Otra cosa son las competiciones, claro, y ahí ya no entro porque quizás debería aplicarme una reprimenda pero no me apetece más que premiarme constantemente. Los hedonistas somos así.

Lo segundo y más interesante para el público escalador en general es un descubrimiento que he hecho: ¡la sopa de ajo! Así que seguro que muchos ya lo sabéis o simplemente os parece algo tan evidente que ni os lo habéis planteado. Pero yo sí, porque me quedo en lo básico. Tan elemental, queridos Watsons, como esto: tocar manos. Durante el fin de semana he palpado manos de gente muy (MUY) fuerte. Y, qué he notado al acariciarlas, me preguntaréis. Ni un ápice de emociones positivas, aunque están todos cañón (joer, eso es una desgracia mía, que me fijo en los detalles tontos) les acaricio las manos y lo único que me inquieta es que tengo yo más callos que ellos. Conclusión: los que tenemos callos en la palma de la mano es porque pillamos canto grande entrenando. No hay vuelta de hoja, si pillas ñapas es imposible que te salgan callos en la base del dedo. He ahí una gran verdad oculta al alcance de todas las manos.

Las hipótesis siempre quedan más creíbles con un gráfico.

lunes, 2 de mayo de 2011

Diario de una competición: Campeonato de España de Bloque 2011

6:00 Me despierto entre sueños extraños y tardo unos minutos en darme cuenta de que hoy es sábado y voy a participar en la compe de bloque más deseada. Los nervios no me dejan dormir más pero me quedo en la cama esperando a que suene el despertador, inmóvil como una mantis pero con las neuronas dando cabriolas. Estoy a gusto, relativamente.

7:14 Ahí voy. Me visto con la ropa sexy de la Selecció catalana y bajo a la cocina a tomar algo. Cuando estoy nerviosa me cuesta comer, la ansiedad me cierra el estomago, una crueldad intolerable. Tomo un yogurt y unas tortas de aceite y anís que me encantan, pero en ese momento no me apetecen, pero hago un esfuerzo y trago las tortitas andaluzas. Me peino, me repeino y escojo unos pendientes -gatos psicodélicos que trajeron mis padres de Londres-. ¡Lista!

7:50 Subo al coche y me dirijo a recoger a Helena. El trayecto es parecido al que hago todas las mañanas pero sin atascos y con los mossos al acecho de incautos pimplados, paparazis uniformados, me digo. Fotos no, por favor: 110 km/h max y tolerancia 0, al loro.

8:20 Sant Boi, Helena llega. Estoy atacá, le digo, y yo, responde. Perfecto, ahí vamos las mujeres al borde de un ataque de nervios, directas a la Fuixarda. No hablamos de la compe y eso me relaja.

8:55 Interrumpo a unos mossos que están rodeando a un tío lloroso a la entrada del Poble Espanyol "pero y yo qué sabía, ¡joder!" grita el acorralado. Les pregunto cómo llegar a la Fuixarda en coche sin infringir las normas de tráfico. Aparcamos justo delante del edificio, lujo asiático tratándose de Barcelona.

9:10 Entramos en el recinto de Climbat la Fuixarda. Ya hay bastante gente y mi miopía no me permite identificar a todos los conocidos pero sí al bueno de Yaco, el simpático perro de Shirleys y Carlos que menea el rabo y busca palos ajeno a la competición. El reencuentro con las amigas y compañeros tonifica mis mejillas. Muas-muas a discreción.

9:45 Entramos en el templo de la escalada, o eso proclaman los del Ayuntamiento (aunque la autenticidad y carácter de la escalada urbana -gratuita- en el túnel de la Fuixarda no la tendrá jamás). Se reparten camisetas y dorsales. Llevo el 62 y huele a nuevo.

10:00 Las clasificatorias están a punto de comenzar y salgo primera. Hay que calentar a toda leche. Por suerte, de momento solo estamos las chicas y la zona de aislamiento tiene un buen panel. Unos cuantos pasos y luego unos bloques, no voy a calentar más porque no tengo tiempo.

10:15 Comienzo algo nerviosa, pero tras el primer bloque me tranquilizo bastante. Pensaba que no podría levantar el culo del suelo y he podido encadenar. Uf, menos mal. Los bloques son muy altos y los pasos totalmente distintos a los que estoy acostumbrada. Algunos tienen partes técnicas y la mayoría son atléticos. Hay que leer bien pero son fáciles, originales y curiosos.

10:40 Llevo tres bloques encadenados pero el cuarto se resiste, lo visualizo "with the ass". Cara de tonta cuando veo a Tere resolviendo fácilmente. A cascarla.

10:50 Quinto bloque, leo bien pero ya falta bloqueo. Al menos he terminado, no tengo demasiado claro mi pase a la final, deberé esperar un buen rato. Intriga.

11:00 Estoy en las gradas con Helena, Tere, Shirleys y otras competidoras. Muy relajada pero con ganas de saber si paso o no.

11:30 Aleluya. Estoy en la final, voy sexta y pasan ocho. Muy satisfecha.

12:30 Mientras vemos a los chicos decidimos ir a comer a casa de Helena. El hambre me ataca de golpe, mi estomago vuelve a la carga.

13:30 Aparcar en pleno de Sant Boi a mediodía es muy duro.

14:00 Tere y yo somos los pinches de cocina de Helena, que nos manda poco y nos ofrece mucho: galletitas saladas de queso, frutos secos y cerveza (0.0, qué desgracia tan saludable) ¿Cómo coñe quiere que la ayude con tanto picoteo?

14:30 Ensalada de pera, pollo al limón, patatas con pimientos del padrón, verdura con algas, mostaza muy picante. Nos lo merecemos.

15:30 Habitación de la fierecilla del Baix Llobregat, momento de intimidad y relax en la super- cama. Creo que Helena duerme, respira con mucha calma. Yo cierro los ojos y por mi cabeza pasan cosas inconexas, estoy a punto de entrar en fase REM, pero no. De repente me siento activada, maldito reloj interno que se prepara para competir. Paso la mano por delante de la cara de Tere, ni se inmuta… no se la oye así que no sé si duerme o solo descansa. Qué jodías. Me sudan las manos.

17:50 Hemos vuelto a la Fuixada. Los competidores esperan sentados al sol o escalando en el túnel. Nos enteramos de cómo ha acabado la clasificatoria masculina y al momento nos toca entrar.

18:20 En la zona de aislamiento veo que salgo otra vez primera. Qué rollo. Además me tocaría salir tercera pero ya es demasiado tarde para que cambien el orden, se excusan.

18:55 Salimos todos los finalistas para la presentación. Aplausos y problemas de sonido. Shirleys y Marco me animan a grito pelado, la gente les mira, serán…

19:00 Me toca, estoy sentada de espaldas al primer bloque mientras me indican que aún quedan dos minutos. Mis padres están ahí, cuánto los quiero, aunque lo haga fatal van a estar encantados conmigo. Te he traído un flan, dice mi madre sonriente desde el otro lado de la valla (un flan…sí, cómo un flan estoy ahora). También saludo a mis titos: Catx y Magda, con su hijo Alex (sí, el chavalín de 12 años que hace 8a). En las gradas no reconozco a nadie, demasiada gente, demasiado lejos. Bueno, a Shirleys y Marco sí, porque son inconfundibles y hacen que se me escape la risa.

19:05 Primer bloque, salida rara, paso cruzado y lanzar a una -mierdecilla- regleta. A la tercera la agarro y subo tres pasos más. No me queda fuerza y viene un paso largo. Caigo. 1 Bonus.

19:10 Segundo bloque, salida de volumen invertido. Veo una presa donde intuyo que deberé usar para empotrar la rodilla y mi pantalón no puede ser más corto. Me da igual, aquí también hemos venido a desollarnos, ¿no? Pues a eso voy. Me rasco con furor el muslamen al empotrar pero no hay manera de moverse más de dos pasos, esto es durísimo.

19:20 Tercer bloque, pasos de trámite y lanzamiento o paso largo que no resuelvo. Lo veo, sé cómo debería hacerlo pero no puedo. Intento un par de métodos y lo dejo.

19:25 Nos están machacando de lo lindo. Veo a Berta un poco preocupada, y, aunque entiendo su malestar como equipadora, a mi me gusta que los bloques sean duros. Ahora estoy muy tranquila y me alegro de haber salido la primera. Miro a las que van escalando detrás de mí, ninguna llega tan alto en el primer bloque y en el segundo no hay fortuna para ninguna tampoco. Apenas me he movido pero estoy muy cansada y aún quedan dos bloques. Bebo un sorbo de agua.

19:30 Cuarto bloque, odioso mantle y contorsionismo engorroso. Qué claustrofobia, qué tensión estar ahí encajonada. Me sudan las manos… y mi magnesio ahí en el suelo. ¡Uf ! Toco el bonus pero resbalo irremediablemente. Me veo patosa en este bloque, creo que aquí debería haberlo hecho mejor.

19:40 Quinto y último bloque. A por todas, estoy convencida de que este es más fácil. Pasito al salir del techo que me sale a la tercera cuando cambio punta por talón: ¡qué diferencia! Si lo hubiese visto antes, qué rabia…Cojo el bonus y sigo. De la última presa al Top hay una eternidad y yo ya no puedo más. Caigo.
19:50 Estoy con mis padres y María comentando la jugada y la dureza de los bloques. Vemos que hay pocos encadenes pero me sorprende gratamente como Tere resuelve el tercero: Ole.

20:30 Insólita clasificación final femenina, me alegro muchísimo por todas ellas. Casi no puedo felicitarlas porque las secuestran para el control antidoping. Me despido de mis padres y me quedo con Iris comentando la final masculina. Me duele la espalda y me zampo el dichoso flan.

20:50 Los Tops de la final masculina suceden sin cesar, ¡qué tíos más fuertes! Ramonet está quedándose con el público con un salto acrobático que repite una y otra vez, qué risa.

21:15 Llega Esteve directo desde Siurana casi al acabar la compe. Es un no parar de amigos entre público y competidores, con los cuales medio quedamos para ir por ahí a cenar pero el anarquismo reina en la sala. No hay manera de coordinarnos, somos demasiados.

22:00 Parece ser que el plan es ir a un chino en carretera de Sants. El hambre apremia.

22:45 No hemos localizado el chino y yo estoy que me muerdo los codos. Esteve me mira preocupado (por su integridad, claro). Cogemos unas pizzas y unas cervezas y nos sentamos a esperar -comiendo- al resto.

23:00 Llaman unos, llaman otros y aquí nadie se aclara. Me fastidia porque me hubiera gustado reencontrarme con la gente pero después de saciar mi apetito lo veo todo desde una alegre perspectiva. Contactamos con Jaume que nos invita a su morada.

23:30 Alegre sobremesa. Me iría a dormir pero cada vez que Jaume habla de un tema mi curiosidad despeja el sueño.

01:30 Sé que Esteve se quedaría en la cama de Jaume (con o sin Jaume, esa es mi duda), pero no consiento tal sublevación así que llega la hora de decir adiós e ir a por mi coche.

02:00 Intento recapitular y no pasar de 110 km/h. Pero la verdad es que ni paso de 100, ni pienso en nada concreto. Estoy demasiado cansada.

02:30 Ducha, lanzamiento a la almohada y caída en plancha a la cama, qué bloque más fácil.


Vídeo un pelín surrealista de mi tía Lupita.

martes, 26 de abril de 2011

La primavera el ácido láctico altera

Toda la Semana Santa dando tumbos: de Margalef a Barcelona, de Rodellar a Sabadell, de Subirats a Terradets. Y no, no nos regalan la gasolina -lagrimita de dolor recorre mi mejilla- pero al menos hemos podido escalar esquivando la lluvia y eso, barril de Brent mediante, no tiene precio.Demasiadas horas de carretera traen insólitas vistas -o el aburrimiento agudiza los sentidos-.

Pero ya está, hemos divagado demasiado perdiendo el norte, ahora, por fin, podemos encarar el timón hacia el faro que ilumina nuestro rumbo. Más romántico no se puede. ¿Qué de qué estoy hablando? Pues muy fácil, del OPEN BLOC 2011 BOUS de La Salle, puro amor en estado resinoso. Y es que la primavera es así, amor y hormonas aflorando en cada regleta, en cada romo, en cada chorrera. Si queréis comprobarlo y vivir en vuestras carnes este enamoramiento brutal solo tenéis que ir a La Salle los días 4 y 5 de mayo donde podréis acariciar cada canto o agarrarlo con pasión hasta conseguir el Top. Nota: El agotamiento está asegurado.

7È OPEN BLOC BOUS DE LA SALLE from JAUME OLIVERAS on Vimeo.