lunes, 23 de abril de 2012

Quien se pica ajos come


Hoy estoy contenta. Cada vez quedan menos trabajos por entregar y menos compes por participar. Y, entonces ¿por qué he vuelto a estudiar y a competir si no paro de lamentarme? Dejando de lado que una es quejica por vicio, en realidad me encanta meterme en líos, sobre todo antes, al planificarlo, y después, al ver el resultado. Aunque cuando estoy en medio del meollo académico-deportivo me fastidia, sé que el aprendizaje del camino repercute en algo positivo (dejadme pensar así, cojona).

Ni que sea por contraste, cuando tenga el primer fin de semana libre de competiciones, trabajos y culpas, lo disfrutaré al máximo durmiendo a pierna suelta hasta las tantas, leyendo libros sin tener que subrayar ideas que no comparto (o peor, que no entiendo) y escalando sin pensar en la mitosis celular mientras chapo.

Ahora, como ya voy viendo la luz al final del túnel, mis ánimos y motivación están mejorando considerablemente. Ayer mismo se lo comentaba a Esteve al bajar de la clasica vía Correcamins (7c+ de l’Agulla del Senglar, donde, de momento, aun se puede escalar) las buenas sensaciones están retornando a mí como si me hubiese zampado una cabeza de ajos.

Otra cosa, cuelgo un par de fotos que echó Carlos, intrépido fotógrafo y mejor bombero, durante la competición de este fin de semana en Tortosa.

Para acabar, os recuerdo que este miércoles empieza el Open Bloc de la Salle. Que síiii, que aparte de quejica soy muy pesada, pero es que tengo buenas razones para serlo. Id y comprobadlo vosotros mismos. 

martes, 17 de abril de 2012

Motivo de alegría

Continúo con la bacanal porculera de trabajos y entregas para la universidad por un lado y las competiciones semanales por otro. Que me gustaría poder gastar parte de mi tiempo a escribir aquí, cierto. Que ya hace un mes que tengo ganas de explicar por donde me estoy dejando caer (o escalar, que viene a ser lo mismo) y cómo me van las competiciones, más cierto todavía. Que me entran ganas de dedicar posts a un cúmulo de gente que ha “nasío pa joder” y que, curiosamente, se ha encariñado conmigo, afirmativo. Que la estupidez humana, el déficit económico, el Rey, la Kirchner y el hielo del mar de Bering (apunte para los escépticos) están llegando hasta límites insospechados, indudablemente sí.

Mirad, tal dia farà un any que decimos en casa: tal día hará un año, que quiere decir que un año, por desgracia, pasa rápido pero que los problemas, afortunadamente, también. Y si hay una verdad incontestable para mí, es que la semana que viene tendré, por fin, mi dosis de alegría y emoción equipando y participando en el Open Bloc de la Salle, un oasis de colores en este desértico mundo gris. Os lo recomiendo encarecidamente, de hecho, solo con pensarlo ya estoy mucho más contenta. ¡Nos vemos allí!


Gràcies Jaume! I molts, molts ànims!