miércoles, 17 de abril de 2013

Una semana y... OpenBloc!

Queda una semana exacta para que empiece el noveno (nueve, que se dice pronto) OpenBloc dels Bous de la Salle. Como ya sabéis, cada año hago una entrada hablando maravillas de este querido festival del bloque. Pero es que no me queda otra, el OpenBloc es simplemente el mejor evento al que he asistido hasta la fecha. Comprobadlo vosotros mismos y nos vemos allí! 

Ah, y además de curtiros haciendo bloque, también podréis conseguir una cuerda (instrucciones aquí).

martes, 9 de abril de 2013

Apocalipsis Now

La vi de pequeña, pero no recordaba nada. Seguramente me dormiría justo después de la escena memorable de los helicópteros walkíricos del Coronel Kilgore. El caso es que anteayer vimos Apocalypse Now Redux. No sabría deciros si me gustó o no, quizás demasiado larga, aunque me quedé bastante turbada y pensé que escribiría un post sobre la menstruación. Sí, sí, así, sin venir a cuento de nada. La inspiración puede llegar de donde menos te lo esperes y, en mi caso, parece que un Marlon Brando totalmente chalao diciendo “el horror, el horror” me hace pensar en…precisamente eso: el horror, el horror.

Amigos, hoy os disculpo si no queréis seguir leyendo... Y UN HUEVO. Aquí atentos todos o os envió al Coronel Kurtz. Por cierto, sabíais que Marlon Brando se negó a aprenderse el guión y por eso la parte final es un tanto –o un mucho- surrealista. El director se dedicaba a ir hablando con el actor y él soltaba lo que se le ocurría. Luego tardaron dos años en montar la película. Y ya no digo más de la peli que he venido aquí a hablar de mi regla.

Pienso que si toda la humanidad tuviese la menstruación, aparte de que los lavabos de los tíos estarían aun más sucios, los tampones y compresas no se venderían como artículo de lujo (cada año se tributan más de 42 millones de euros en ese concepto). Eh, hombres, no me estoy metiendo con vosotros de manera particular. Solo digo que, de sangrar periódicamente por el pene (ay, qué bonita estampa), el material higiénico se consideraría algo de absoluta necesidad. Imagino que esto es algo social, no os ofendáis a título personal. Seguid leyendo que ahora voy con mi buen consejo que quizás pueda servirle a alguien.

Ya sabéis que soy devota de Google. Lo que no sabéis es que cada vez que tengo la regla me quedo más doblada que un chino agradecido. La cuestión es que he indagado mucho sobre cómo calmar los dolores menstruales.
Lo más habitual es esto: medicamentos, analgésicos y antiinflamatorios, pastillas y otros métodos anticonceptivos, basados en hormonas, de los cuales no soy demasiado partidaria.
Luego está lo alternativo: hay una corriente (¿flujo?) que pide que te reencuentres con tu periodo y que guardes la sangre para hacerte mascarillas faciales o capilares, abonar las plantas o hacer dibujos. Me visualizo y me emociono, con el cutis rojo y pintando “tu puta madre” por las paredes. Procurad no estar ahí el día que decida reencontrarme con mi regla.


Prosigo. También están los métodos tradicionales: las infusiones –con chorrito de anís-, la manta eléctrica, la bolsa de agua caliente en la barriga, etc. Funcionan tan sutilmente que en momentos agudos son como Corea del Norte: caldean el ambiente pero no hacen nada.

Finalmente, en un día de gloria Googeliana, hallé una web americana donde vendían un aparatejo, tipo cinturón, que mediante impulsos eléctricos prometía aliviar los dolores menstruales. Coñe, pero si esto es como el Compex, voy a probar, me dije esperanzada. El Compex, ese aparato del demonio que jamás hubiese comprado pero que cayó en mis manos tras permanecer aburrido en casa de mis padres. Total, que me instalé los parches en la parte baja del vientre, tal y como veis en el dibujo, y le di al programa “endorfínico”. Simplemente funciona. Si alguna de vosotras va a usarlo, que sepa que yo lo he probado con otros programas y también alivian. Eso sí, acelera el sangrado, así que con un poco de maña tendremos pintura y mascarilla facial para todo el mes.
Yo aun los pongo más hacia abajo y, a veces, solo uso los cuatro parches centrales.