Chorreras al óleo

Esta mañana, mientras estábamos escalando en “La Vena”, me he quedado pasmada observando el colorido de las paredes. Las he mirado cientos de veces, es más, las he observado detalladamente para realizar el trabajo de fin de carrera y os aseguro que siempre me conmueven. Es una magnífica pared calcárea con franjas rojas, naranjas, negras, amarillas y azules. Su colorido es tan espectacular como las chorreras que surcan su superficie. Estoy enamorada de Montgrony.
Volver a Montgrony ha sido un acierto ya que con la buena temperatura de este fin de semana hemos podido escalar en las paredes aptas únicamente para el Sol de invierno. Tanto Esteve como yo hemos aprovechado para catar distintas vías y escoger los futuros proyectos invernales. Yo aun no me he decidido y estoy entre tres vías muy distintas: El Crápula, Gaia y Paraula de Stone. La primera es súper a bloque, con pasos muy largos en la entrada, luego un paso hiper-duro y chorrera resistente al final. La segunda es simplemente genial: entrada a bloque entre chorreras y pila hasta arriba con pasito duro de placa. La tercera es de continuidad, con una chorrera difícil de pinzar hasta el reposo de la mitad para luego progresar por unos romos y finalmente llegar a la reunión con dos bloqueos largos. Me motiva más la primera, creo que se me da mejor la tercera y la segunda es, repito, simplemente genial. La cuestión es por cual de ellas empiezo…

Cuelgo una foto para que os fijéis en el color de la pared.

El Sur (La Vena)

PD. Neula está preparando la primera entrega de Relatos Veraniegos. Os avanzo que en el primer de ellos alguien sale enseñando más de lo que es considerado decoroso. ¡No os lo perdáis!