miércoles, 16 de octubre de 2013

La segunda enmienda

  
¿Cómo puede salvarnos el Bautismo? Quizás más tarde telefonee para averiguarlo. Pero de momento lo único que sé es que faltan pocas horas para que pongamos pies en polvorosa y presiento que tardaré mucho en volver aquí, lo cual me apena. Los días han pasado volando y, si pudiese, me quedaría unos meses más. Red River Gorge ha sido un destino increíble (y más para mí que jamás había viajado tan lejos), no solo para escalar sino también para conocer la américa profunda y sus maravillosas serpientes.

Lejos de ponerme nostálgica (si acaso me pondré pesada), hoy voy a escribir un post sobre las cosas indispensables que, de haberlo sabido, nos hubiésemos traído a Red River. La lista está hecha gracias a las opiniones juiciosas de Marta, Oriol y Esteve. Así que tomad nota los que elijáis esta súper zona como destino vacacional: 

Caña o palo para pre-chapar la primera. INDISPENSABLE. Y que conste que nos habían advertido ya antes, pero de ningún modo pensamos que sería realmente tan necesario. Pues lo es. La primera chapa acostumbra a estar en Alaska, muy arriba. De hecho, los locales nos contaron que el motivo de poner la primera tan alta es el de la seguridad (irónico pero cierto) porque dicen que así se aseguran que la gente salga pre-chapada (lógica digna de la NASA… o de la churrería de la esquina). Nosotros, como veníamos sin nada, los primeros días usamos los palos que encontramos por los sectores. Finalmente, fuimos a Miguel Pizza y nos compramos un aparatejo (30 $) con el que se hacen virguerías con la primera cinta y la cuerda, y también compramos un palo de pintor en una ferretería (21 $). Aun y así, hay algunas chapas a las que tampoco llegamos… (¿Realmente están tan altas por seguridad? Empiezo a sospechar que detrás de todo esto hay ideas maquiavélicas sobre la selección natural del escalador medio.)

La primera chapa está a los pies de Esteve. Qué, ¿cómo se os queda el cuerpo?
Cuerda vieja. Es algo bastante aconsejable. Nosotros trajimos una flamante cuerda nueva que en tres semanas está echa un pingo. Todo por culpa de la arena y el polvo silíceo omnipresentes. Los granos abrasivos se meten en el alma de la cuerda, entre muchos otros sitios, y la hacen papilla. Un asco. Por eso os digo, lo ideal es traer una cuerda vieja, con 70 metros hay de sobras, y dejarla luego aquí (la propietaria de Lago Linda tiene más de 300 cuerdas que ha ido acumulando de sus huéspedes). Esa sería la buena jugada. 
Paso de bloque en la entrada. Si no chapas antes te atacan las serpientes.
Resistencia. Ni continuidad ni bloque: resis tipo competición. Para ahorrarse algunos disgustillos más vale mentalizarse sobre ello. La resistencia nos ha dado collejas nada más llegar y, aunque unos han encadenado más y se han adaptado mejor que otros (yo), lo normal es que al principio todo el mundo pringue. Como consuelo está bien saber que muchos escaladores se desaniman por su rendimiento más bajo de lo normal. Así que no es raro si venís aquí y al principio todo os parece muy duro y, además, os sentís muy cansados. Ánimos. (Eso iba para mí). Pues lo que os digo, si visitáis Red River venid con la resis bien preparada.


Oriol haciendo gala de su condición de atleta.
Tras estos puntos cruciales, me voy a extender un poco más para deciros qué cosas nos parecen aconsejables y merecedoras de tener en cuenta.

Las serpientes. Si pilláis días tropicales como los nuestros, de esos que bajas con la espalda reluciente –plateá-, el bigotillo empapado y el arnés húmedo (aargh), preparaos para conocer a tan larguirucho animal. Nunca habíamos visto tanta concentración de ofidios en nuestra mamífera vida. No os exagero cuando os digo que había días que andábamos acojonados, uno tras otro, con el palo por delante cual cieguito levantando las hojas, estresantemente abundantes durante esta época del año. Vimos culebras, cobras, serpientes rayadas, pieles de muda, marcas de S en la arena y –miedito- la venenosísima copperhead (en tres ocasiones distintas). 
Copperhead en el sector Dark Side, el lado oscuro de la fuerza está en sus carrillos llenos de veneno.
Fijaos si aquí les tienen respeto, que una local nos contaba que ella mea en el sector mismo, prefiere escandalizar a los escaladores puritanos antes que adentrarse en el bosque. Además, nos dijo y así lo comprobamos, la gente se pira del sector antes de las 6, que es la hora “snake”. Eso me pareció raro, porque yo todas las que vi fueron por la mañana, pero, en fin, tan solo hemos estado aquí tres semanas (y ya sabéis el dicho, por la noche todas las serpientes son pardas). De ahí que el amigo Oriol recomiende llevar un buen par de botas altas. Aunque no todo es sufrimiento en Red River, también hemos disfrutado –en cantidades industriales- de muchos otros animales, más simpáticos y benignos: ciervos, ardillas, ciervos, tritones, ciervos, orugas, ciervos, tortugas, ciervos… ah sí, y ciervos también. 

Desde nuestra casita. Ahí sí hacen gracia, cuando te saltan en medio de la carretera, no.
Repelente de insectos. Después de las serpientes, el mosquito es el segundo animal que te fastidia en Red River. Y ahora que lo pienso, las avispas también son bastante insidiosas. A Marta la persiguieron agresivamente durante unas decenas de metros para pegarle unos buenos picotazos. Supongo que con los mosquitos ocurre como con las serpientes: si hace calor, ellos resisten. Qué digo resisten, se pasean con lozanía. 
Marta era atacada constantemente por los mosquitos, pero no por ello dejaba de trepar motivada. Observese el ambiente tropical.
Pies de gato cómodos. Realmente no hace falta sufrir con unos gatos apretados. Podéis darle un respiro a vuestros callos porque aquí la escalada NO es técnica. La adherencia es muy buena y siempre hay pies para elegir.

Todoterreno. Es un detalle nada despreciable que puede facilitaros mucho el acceso a los sectores. Generalmente, se llega a los aparcamientos por pistas forestales que pueden llegar a ser socabronas –risas-. De hecho, hay algún sector donde la última parte solo la pueden recorrer 4x4 o gente que le tiene manía a su cárter. 
Una de tantas.
En cuanto al estacionamiento de vehículos, mucho ojito con dejarlo cerca de los pozos de petróleo (sí, los hay a cientos repartidos por toda la zona, tamaño portable). Está prohibido aparcar al lado y no queráis mosquearlos, recordad que aquí al lado hay un pueblo que se llama Winchester (pistola americana famosa) y que los cementerios no están vallados, lo que se traduce en una gran facilidad para acceder a ellos (no queráis hacerlo con los pies por delante).




Y hasta aquí llegan nuestros consejos y nuestro viaje. ¡Nos vemos pronto por casa!
 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Uauuu!
Quan sigui grand (encara mes)i vulgui anar a viure aventures perilloses, a la llista i tindre, en els llocs preferents, Red River Gorge.
Quan llegeixo les tevés croniques, per moments, dubtó si estic veient "El Bosque" (de Symalan), o "La selva maragda".
Totes aquestes informacions i consells tan pertinents podrían servirte per confeccionar una guía "complerta" ja que moltes guias nomes tenen en compte els aspectos técnics,i a vegades la resta (el entorn complexe)es igual o mes important.
Be, disfruteu molt d'aquests ultims días d'escalada, i despres aneu en compte a la ciutat (no sigui que acabi tenin la sensacio de que esteu a "La jungla de cristal").
Tot va de films, avui.
Petons.
Francesc.

Lola Steiner dijo...

Aiiii que guai!

L'Alice Munro potser t'agrada. No ve al cas, però mira.

TR dijo...

Conye, jo que creia que els bitxos agressius eren els de la SIBER...heheh

Res, un altre lloc que tatxo, que miedo antes prefiero la muerte leonsio!

Marieta dijo...

Francesc: no, el nostre referent cinematogràfic era "el último mohicano". En teniem un al grup que cada matí ho ballava. Pel que fa a la ciutat... més aviat va ser "Salvar al soldado Ryan" per lo que vam caminar i pel pobre soldado -el Matt Damon- que se sentia en perill, amb tanta ruta turística! Les fotos "coming soon". Petonets!

Lola: m'ho apunto! Jo durant el viatge em vaig llegir "la conjura de los necios" que me la va recomenar un amic i ma mare, quasi bé al mateix temps! i, com amb Anna Karenina ;), és un llibre que s'ha de llegir.

Tr: nno tatxis! jo si pogués hi tornaria!!! Mola moltíssim, moltíssim. Ni que hi haguéssin tiranosaurus Rex hi tornaria :)

lali i quim dijo...

Ei Marieta !!!
Bon post!!!
Ja de tornada, com nosaltres!
Veig que tot us ha anat molt bé... m'imagino al Quarteto per terres americanes...ja quedarem i ens expliqueu. Ben bé és el que dius America profunda profunda però mola coneixe-la no?
Per cert les fotos molt xules!
Apa una abraçada!!

Marieta dijo...

Eiii!! Us hem de tornar els dos llibres! Merci pel préstec i els consells... Ja ens explicareu les vostres aventures en persona :)