De los últimos quince días tan solo he escalado dos, los mismos que aparecen en el anterior post (Silvretta y Sant Llorenç). El calor causa estragos en los más débiles y, en mí caso, me dejo estragar resignadamente. Debería entrenar, pues en septiembre hay unas cuantas competiciones de bloque interesantes, pero el bochorno me vence y acabo tumbada en el sofá, leyendo (o durmiendo), como podréis comprobar en la parte enjundiosa del post.
Cuando no estoy yaciendo culturalmente, me recreo con el agua: friego la casa todo el día para tenerla fresca (Maruja? Oui, c’est moi), riego el patio con la manguera y de paso a mí también, voy a la piscina a continuar con mi aprendizaje entre brazada y brazada, vamos de excursión a lagos pirenaicos donde bañarnos como Dios nos trajo al mundo, bajamos a la playa a jugar a palas y remojarnos en el cálido Mediterráneo y, finalmente, vaporizo mi cama antes de acostarme y luego a mí, una vez acostada. Qué gran invento, oh, hache dos o.
Así no hay manera ni de escalar ni de entrenar, por eso hoy me he obligado a movilizarme de una vez: He ido a Igualada y he participado en el divertido Open de la sala Ingrávita, donde he podido corroborar lo que ya sospechaba… Digamos que no estoy en mi mejor momento (¿Cuándo lo estaré? Es algo que llevo preguntándome desde que el doctor dijo es niña). Y, luego, o sea, hace un par de horas, al llegar a casa estaba muerta de hambre y me he comido una pizza acompañada de cerveza. ¡Qué remordimientos! Sí, sí, remordimientos, de esos que te corroen por dentro y te hacen jurar en arameo. (Y aquí empieza verdaderamente el post)
Volviendo de Austria con Iris y Tere pude disfrutar de un montón de horas de lectura y foro acerca de un libro que tenían en la auto sobre la famosa Paleodieta. Generalizando, la dieta esta indica que la alimentación sana es la que tomaron nuestros antepasados durante miles de años, pues así es como está adaptado nuestro cuerpo. Es decir: ni cereales, ni lácteos, ya que la agricultura y la ganadería no han sucedido hasta las últimas etapas de la especie humana.
A bote pronto, me pareció un tanto razonable lo que proclama la Paleodieta, pero, de todas formas, no acababa de entender el mecanismo de “cuerpo adaptado a comer X”. Y ahí me quedé, pensando en ello y en la alimentación en general durante unos días hasta que, de compras libreras con mi erudita madre, hallé la respuesta. Libro más gordo creo que no tengo, se trata de Alimentación, la tercera medicina, de Jean Seignalet. Lo adquirí porque gran parte del libro trata del funcionamiento humano ante la nutrición, tanto a nivel genético como a nivel digestivo, lo cual necesitaba conocer urgentemente (la curiosidad me posee los días pares). Y cual ha sido mi sorpresa cuando resulta que en el capítulo V, el señor Seignalet, aconseja la dieta que él llama Ancestral, que no es más que la moderna Paleodieta, más o menos. La diferencia es que Seignalet deja comer arroz, pero, por desgracia, la carne y el pescado se deben consumir crudos o semi-crudos.
Cuando no estoy yaciendo culturalmente, me recreo con el agua: friego la casa todo el día para tenerla fresca (Maruja? Oui, c’est moi), riego el patio con la manguera y de paso a mí también, voy a la piscina a continuar con mi aprendizaje entre brazada y brazada, vamos de excursión a lagos pirenaicos donde bañarnos como Dios nos trajo al mundo, bajamos a la playa a jugar a palas y remojarnos en el cálido Mediterráneo y, finalmente, vaporizo mi cama antes de acostarme y luego a mí, una vez acostada. Qué gran invento, oh, hache dos o.
Llac de Gerber, Gran Llac de Colomers y fauna alóctona.
Volviendo de Austria con Iris y Tere pude disfrutar de un montón de horas de lectura y foro acerca de un libro que tenían en la auto sobre la famosa Paleodieta. Generalizando, la dieta esta indica que la alimentación sana es la que tomaron nuestros antepasados durante miles de años, pues así es como está adaptado nuestro cuerpo. Es decir: ni cereales, ni lácteos, ya que la agricultura y la ganadería no han sucedido hasta las últimas etapas de la especie humana.
A bote pronto, me pareció un tanto razonable lo que proclama la Paleodieta, pero, de todas formas, no acababa de entender el mecanismo de “cuerpo adaptado a comer X”. Y ahí me quedé, pensando en ello y en la alimentación en general durante unos días hasta que, de compras libreras con mi erudita madre, hallé la respuesta. Libro más gordo creo que no tengo, se trata de Alimentación, la tercera medicina, de Jean Seignalet. Lo adquirí porque gran parte del libro trata del funcionamiento humano ante la nutrición, tanto a nivel genético como a nivel digestivo, lo cual necesitaba conocer urgentemente (la curiosidad me posee los días pares). Y cual ha sido mi sorpresa cuando resulta que en el capítulo V, el señor Seignalet, aconseja la dieta que él llama Ancestral, que no es más que la moderna Paleodieta, más o menos. La diferencia es que Seignalet deja comer arroz, pero, por desgracia, la carne y el pescado se deben consumir crudos o semi-crudos.
Diría que el libro me parece muy adecuado para entender como están las cosas en nuestro intestino delgado. A grandes rasgos, el argumento de la dieta ancestral se fundamenta en las enzimas y su capacidad para adquirir el alimento y nutrirnos. Como analogía, las enzimas funcionan como una cerradura y las moléculas (alimento en parte digerido) son la llave. Es decir, solo una llave funciona bien con una cerradura concreta. Por este motivo, las moléculas de alimentos considerados nuevos son distintas a las moléculas de los alimentos originales y eso puede ser chungo o muy chungo ya que provoca la acumulación de muchas de ellas en nuestro cuerpo. Según el autor, muchas de las enfermedades del mundo occidental son causadas por una alimentación poco adecuada. A mí me medio convence. Sé que nunca le clavaré dentellada a un pollo crudo y que tampoco dejaré la cerveza o la pizza, pero quizás reconfiguraré un poco mi dieta para hacerla más retro y facilitar la tarea a mis queridas, aunque anticuadas, enzimas.
Decir, ya de paso –no os viene de otro párrafo-, que el doctor Seignalet, el cual comía ejemplarmente, murió en 2003. He tenido muchas dificultades para descubrir de qué pero finalmente me he enterado: pancreatitis aguda. Esto, según sus detractores, le desautoriza totalmente. Para mí es un dato que no se debería esconder, si su teoría es buena –comprobada, además, en muchos pacientes suyos-, da igual de lo que haya muerto, bueno, a menos que hubiese sido de obesidad mórbida. Muchas enfermedades son congénitas, la dieta no es la panacea aunque pueda ayudar a estar más sano.
Solo por curiosidad, ¿hay alguien ahí que siga o haya seguido este tipo de dieta?
13 comentarios:
Pues yo no, claro, pero leí en una revista de estas que compra Iván, de triatletas, que no se qué muchacho que corre muy bien sigue esta dieta a rajatabla (o raja tabla). Le preguntaré y te informo.
Ok! pues ya me contarás... la verdad es que si estás acostumbrado a la pasta, al queso, a la cerveza y a los filetes al punto pues...la dieta jode bastante. No sé si sale a cuenta estando sano jejeje
Jo la dieta de menjo a totes hores, el que sigui i fins atipar-me.
La carn i el peix m'agraden molt poc fets... Potser soc un paleodiètic encobert?
Nosotros no seguimos esa dieta, ya sabes cual es la que más utilizamos, la del cucurucho, si si en serio te lo digo, y sino mira lo fuerte que se me ha puesto mi ponita XD!!
(por cierto que cada día es más difícil demostrar que no eres un robot, jodo)
Ei Marieta!!! Ara que dius lo de la paleodieta, jo no menjo làctics gairebé mai, i de cereals intento que siguin d'arròs o blat de moro... però aixo de no menjar pizzes ni pasta, encara que sigui de tant en tant? no sé jo eh...jaja
Ara que si fas un parell de 9b's i et declares seguidora d'aquesta dieta em passo eh! Apa una abraçada, a acabar de disfrutar l'estiu!!!
JO si les braves no s'inclouen en aquesta dieta no crec se'm pugui classificar com a paleodeso...
Hola, Marieta! Creo que el atleta al que se refieren es Josef Arjam. Él sigue el concepto de Dieta Ancestral, sumado al ayuno intermitente, es decir, entrenamiento en ayunas, para tirar de grasas corporales, una dieta alta en proteínas y grasas (de las buenas) y baja en hidratos refinados (cereales, refrescos...). Por experiencia propia, personal y profesional, te puedo decir que los resultados son muy buenos a nivel energético, pero, como todo, hay que acostumbrarse... Y es fundamental entenderla, disfrutarla, y no verla como una dieta, sino como una filosofía de vida (qué pedante puedo llegar a ser a veces!), que comprende dieta, contacto con la naturaleza, ejercicio físico... y las cerves de después! :-) Un abrazo!
Se te me imagino como la parada del pescado en los super, que tiene un aspersores de agua y de tanto en tanto humedece el pesado; pues así te veo en la cama en verano; con el montaje de los aspersores alrededor y a ti enmedio.
Lo de la paleodieta, visto así de lejos, me parece algo tonto; y que estamos aburridos y que en algo hay que distraerse; y por lo tanto voy a comentar aculturalmente. Los seres vivos no solo nacen, viven, se reproducen y mueren; sino que también evolucionan. Por lo que su alimentación y sus formas de alimentarse pueden mejorar con el paso de los años y las décadas. Pretender que lo inicial –que tampoco se tiene muy claro lo que era, pues no se estaba allí- era lo mejor obviando toda la experiencia acumulada durante siglos es pretencioso. Evidentemente alimentarse raíces y pescado crudo, cuando no había otra cosa erq lo que tocaba; pero por evolucionar un poco nadie se muere, sino que vive más años.
No existe la manera de dejar un comentario en la que se demuestre feacientemente que si, que eres un robot. Me siento ofendido.
hey guapa! si si nos vemos en el desplomat!! Aunque no podré competir :-( Estoy recuperando de tendinitis en el codo.. bueeeno no pasa na!! dentro de poco estará como nuevo ;-) Vaaamooss! besos!!!
Pere: mmm...pot ser sí, una mica cavernícola sí que ets! jejejeje
Ponitos: dejad ya el cucurucho! que a este ritmo veo a la ponita subiendo por la rambla de cara al público y así no vale!
Lluís: nen, deixa el blat de moro (si vols fer paleodieta) que ha sofert moltes mutacions del blat de moro original... Ara, que si es tracta de mutar pot ser ens aniria bé i tot jejejeje
Tr: mmm...no sé, jo a la meva paleodieta les incloc XD igual que la birra. Es que sino, abans la mort. (per cert, em poses les dents llargues amb Rodellawer!!! a veure si coincidim aquesta tardor)
Rock Princess: gracias! yo no tengo problemas energéticos, al contrario. Me leo el libro por puro interés sobre lo que es saludable, pero de aquí a que yo lo practique...mmm difícil lo veo (a rajatabla, me refiero). Un saludo :)
Fernando: soy exactamente igual que un lenguado recién puesto en la pescadería, la has clavao.
Dailita guapa! pues nos vemos allí, que escalar quizás no te irá bien pero la cervecita fresca y la fiesta dicen que es muy sana para el codo (eso no lo dice el de la paleoditea, pero como si lo dijese) MUA
I sí, gent, això dels captchas és una puta merda, però ho he deixar, com si de l'antimosquits es tractés, per controlar l'spam...
Entre los aspersores, la mangueta, la playa y la piscina TU SI QUE ESTÁS SIENDO PALEOLÍTICA Y TROGLODÍTICA. Volviendo al agua, el origen de la vida...
Yo sigo la paleodieta a entrehoras. Es decir, que si a eso de las 12 o las 17, que es cuando mas hambre tengo, se me acerca una paloma un gato o algo....
jejeje picar entre horas es malo, pero supongo que haciendolo al "old style" tan chungo no será...
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