Me congratulo

Estos cuatro días los he vivido como las señoras de los anuncios de compresas para pequeñas pérdidas de orina: Intensamente.
Hoy no voy a contaros que coincidimos con lolos (que luego me criticáis que parezco la prensa rosa) como Ramonet en Montgrony o el Shawarma en Bruixes. Ni tampoco os contaré lo a gusto y la alegría que me da encontrarme con frikis como Ferran, Laia (y el simpático y sufrido perro Gullich), Miquel, tito Catx (y sus pociones mágicas), primi Uri, gente del Penedès, Joan de Mallorca, madriles (Arturo y Alberto), los franceses de las Ventanas, compis del plafón, etc.
Hoy os contaré la receta del Pollo al Chilindrón de mi abuela (es broma, aunque ese pollo se merece mucho más que un post en un blog).
Pues resulta que este finde Esteve y yo hemos triunfado como la coca-cola. El jueves una servidora encadenó a primera hora el Cràpula (7c+, 8a, lo que queráis, para mi la vía más dura que he hecho hasta la fecha) en Montgrony. Ese mismo día Esteve se cae en el último paso de su proyecto a causa de la oscuridad o el famoso efecto "no me veo los pies". Por suerte al día siguiente, a plena luz y sin excusas baratas, se llevaba la Pasión gitana, su primer 8b, qué mono. Tras el éxito nos metemos, con los amigos de Vilafranca, en la autocaravana a celebrarlo con cervecitas y patatas fritas (claro, ahora entiendo porque se alegran tanto cuando encadenamos). Esa misma tarde nos vamos rumbo a Terradets ya que Montgrony es demasiado Montgrony para cuatro días seguidos. Allí Esteve se encadena un 7c y un 7b el sábado y el domingo vuelve a encadenar con el latido del miedo (8a), vía que tenía cruzadísima, y yo pongo la guinda a mi puente encadenando Orient (7c+ de pura continuidad).

Y sí, vuelvo a tener agujetas, y con qué gusto oye!